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Aquella noche ahora no es más que un recuerdo, un recuerdo que duele en lo más profundo del alma.

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Las velas, la música, el ambiente, los jóvenes, sus amigas, todo como un sueño, todo tan ameno, tan pacífico como la calma que viene antes de la tormenta.

Un chico se acercó a ella, lo rechazó amablemente. Desde que llegó a la edad casadera no faltan los nobles y campesinos que se acercan con intenciones de pretenderla, más ella no quiere un contrato, no quiere algo unilateral, ella sabe exactamente lo que quiere.

Y lo quiere a él.

Vió a sus hermanos a lo lejos charlando amenamente, a veces sentía que sobraba en sus pláticas, ellos se conocen de siempre y siempre surgía un tema entre ellos, ¿Conexión de gemelos tal vez?, no lo sabía, pero igual decidió mejor dar la vuelta.

Siguió andando sin rumbo fijo, llendo de un lado a otro por el gran salón, teniendo la mirada pérdida, sin ver a nada ni nadie en específico, hasta que lo notó.

Tan lindo como siempre y tan diferente a hace unos años.

Él la miro y Sofía sintió que hasta olvidaba su nombre, nunca supo en qué momento, nunca supo el porque, solo sabía que estaba perdidamente enamorada de su mejor amigo.

Él no la notó de inmediato, por lo que ella se alejó, salió al balcón, en busca de un respiro, necesitaba aclarar su mente urgentemente.

- Parece que algo te molesta, ¿Acaso no estás satisfecha? -

Volteó a sus espaldas, donde él estaba de pie, lo miró con usa ceja alzada antes de tomar de su mano la copa de vino que le era ofrecida.

- No entiendo de que hablas - bebió un sorbo y se inclinó, recargando se en el borde del balcón -

- Se ve, no estás satisfecha, ¿Pretendientes molestos? - el imitó su acción mirándola, aunque ella aún no le dirigía la mirada - ¿Demaciadas opciones? -

- Demasiada falsa cortesía - suspiró con molestía - estoy cansada de eso -

- Veamos - se incorporó, aclarando su garganta - Mi nombre es Hugo de Albuquerque - hizo reverencia - es un gusto conocer a tan hermosa joven -

- Sofía de Enchantia - río antes de voltear y corresponder - el gusto es mío -

- No te veo tan molesta -

- Te sale natural -

- Tú y yo estamos en las mismas, ambos relamente insatisfechos -

- ¿Problemas en casa? -

- No son recientes, siempre lo supe, soy el menor de los hermanos y Axel no tardará en subir al trono - su ceño se frunció ligeramente, mientras jugaba con el líquido que aún contenía la copa - siempre fuí consiente de que jamás me tocaría gobernar, pero aún así no puedo evitar la decepción -

Sofía solo lo observó, ella nunca tuvo gran interés en volverse la gobernante de Enchantia, además era la tercera en la línea de sucesión. No veía un futuro donde ella gobernará Enchantia, todavía le sorprendía la amistosa rivalidad entre sus hermanos por el cuidado del reino.

- Propongo un brindis - salió de su burbuja al escuchar su voz - brindo por la esperanza de que tú mi amada amiga y yo encontramos la satisfacción algún día - levantó si copa extendiendo la hacia ella -

No respondió, chocó ambas copas para beber otro sorbo. Mientras callaba lo que anhelaba decir "Todo estará bien mientras tú estés a mi lado"

La noche transcurría, charlaron un largo rato, ¿Minutos, horas?, quién sabe solo querpia disfrutar el momento igual no sabían cuando sería su próximo encuentro, bailaron un rato y rieron juntos, Sofía se sentía volar, como en un sueño, tan sencillo como bailar.

Felices Por Siempre - Hugo x SofiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora