-Deja de comer tanto, no es propio de una dama.Siento las lágrimas resbalar por mis mejillas, iba a salir con Jack y sus amigos a bailar pero cuando todo estaba listo... Me ví al espejo.
Mis brazos se veían tan delgados al igual que mis piernas, parecía que no tenía trasero, mis pechos no se notaba; me había gustado tanto este vestido en el aparador, él lo notó, me lo regaló por nuestro cumple mes; sonrió, se me hace imposible que él lleve once meses con alguien tan vacía y rota.
Mi maquillaje está corrido, me esforcé tanto por hacerlo, y ahora es un desastre como yo. Termino aventando el vestido negro a la puerta de mi departamento, como desearía amarme.
-Por dios, ¿Ya viste a la hija de los vecinos? Santo cielo, solo tiene quince años y estoy segura que pesa lo mismo que su padre, que bueno que tú no estás gorda hija.
Enciendo el televisor, están pasando unas caricaturas, no tiene sentido que haya caricaturas a las doce de la noche se supone que a esta hora los niños deben dormir y soñar cosas lindas.
¡¡Feliz cumpleaños!!- se escuchaba como un montón de niños cantaban en una fiesta- Come tu pastel Elsa
Casi nunca comía dulces, era tan feliz cuando eso pasaba pero... Ya tenía doce años... Pronto entraría a la secundaria y nadie querría salir con una gorda.
La pesadilla aumento, caía en el pastel, se transportaba al futuro y veía su reflejo, OBESA, descuidada con cinco gatos en la cama y seguramente había más en el resto del apartamento.
Limpie mi nariz.
-Eres tan hermosa- sus besos descendian a mi cuello - hermosa
La puerta se abrió, era un tanto loco que ya tuviera la llave de mi departamento pero cómo no confiar en él.
- ¿Elsa?- su rostro aumento en preocupación en cuanto me vió, seguramente me veo peor de lo que creía- Dios, Amor
No dijo otra cosa, se acercó al sillón y me abrazo, dejando que llorara en su pecho.
- Amor... Estás helada - se sacó su sudadera y me la dió, después de votar el vestido me quedé echa un ovillo, solo estaba con mis bragas.
-Ya viste a esas niñas, comiendo cada porquería, estando tan desalineadas.
Sentir como acariciaba mi cabello con su mano izquierda y sobaba mi espalda con la derecha era de lo más placentero.
- Prepararé chocolate caliente- dió un beso en mi cabeza.
-El chocolate es malo, tiene calorías, grasas, te saca acné no vale la pena por unos instantes de satisfacción.
Asentí, valía la pena.
Volvió con dos tazas y unas galletas, no tengo la menor idea de dónde las sacó.- Se que las de chispas son tus favoritas, no sé porqué nunca tienes, siempre sonríes cuando comes galletas-
-¡¡No más harinas!! Mis amigas me han dicho que te ves más gorda
Era difícil contener las lágrimas, siento que lo asfixio, ¿Soy egoísta? Me siento feliz cuando estoy a su lado pero... En cualquier momento me puedo romper y él sigue aquí, puede ser feliz mucho más feliz con alguien más pero aún sigue conmigo.
Besó sus labios cuando llega a mi lado.
- Las de chispas siempre han sido mis favoritas- sonreí, él también lo hizo.
El sonido del vómito saliendo nunca era agradable, ví mis uñas, el esmalte se está cayendo, la pigmentación amarilla se empieza a notar, toco mi cabeza antes de jalar la cadena, siento algunos de mis cabellos caer y como mi garganta se siente igual a que si la hubieran lijado, no debí comer esas galletas.
- El chocolate está delicioso- suspiré.
- Mi abuela me enseñó a prepararlo- sonrió.
-Cuando seas una adulta JAMÁS te descuides, ¿o quieres terminar como yo? Mírame, llena de estrías y con lonjas.
- ¿Crees que soy fea?- él se ahogó con su chocolate, reí por lo bajo.
- Jamás, eres preciosa, por donde sea que yo te vea eres bellísima- tomó mi mano, acariciándola.
- Pero... Tan solo mirame... Mis pechos son tan pequeños...
Suspiré al sentir su respiración sobre mis pechos, era una tortura sentir únicamente sus exhalaciones sobre mi piel.
... Mis ojos son tan grandes, mis mejillas tan rellenas, mi rostro tan redondo-
Volvió a dar un montón de besos en toda mi cara, eran rápidos y fugaces pero se sentían tan bien.
... Prácticamente no tengo trasero, la piel de mis piernas y brazos están tan pegadas a mis huesos...
Sentía como acariciaba mis muslos, bajaba sus manos hasta mis pantorrillas y volvía a subirlas, cuando llevé mis manos a su nuca acarició mis brazos desde mis hombros hasta las muñecas.
... Soy tan... Tengo tantas imperfecciones- suspiré.
Me quitó mi taza dejandola en el piso.
- ¿Por qué eres tan dura contigo misma?- acarició mis mejillas- eres hermosa,
Aventé los jodidos laxantes al espejo con toda mi fuerza, estaba cansada, veía una calavera en el espejo y aún así no me sentía suficiente.
Desperté en el hospital tres días después, nada mal para tener diecisiete, a nada de morir por anemia, ver a mi familia llorar es algo que no imaginé, al parecer si les importo yo... Y no solo mi físico.
- Creo que puedo comportarme como una maldita conmigo- otra lágrima rodó en mi mejilla.
- Tu cuerpo es perfecto, tu eres hermosa, única-
- Me gustaría amar mi cuerpo como tú lo haces- me abrazó otra vez.
- Quiero estar para ti hasta que te ames tanto como yo lo hago-
- Puedes empezar besándome-
- Eres tan... Te amo...- besó mis labios.Jamás me había dicho que me amaba, nadie me lo había dicho.
- Yo...- solté un jadeo - te amo.
×××
Hola, les soy sincera descubrí a esta artista hoy y justo hoy tuve un momento de sinceridad con mis mejores amigas.
La verdad no sé qué edad tengan quienes lean mis fanfics pero imagino que son adolescentes, bueno quiero decirte que eres hermosa, ama tu cuerpo que nadie te haga sentir menos.
Cuando tenía 12 años tuve tanta presión sobre mi físico que estuve a nada de volverme bulimica, cosa que afortunadamente no pasó. Al día de hoy mi peso es un complejo que ya tengo prácticamente superado y quién no pueda vivir con mi físico ni modo que no me mire que no voy a cambiar por complacerle.
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BODY
Fanfiction~Solo quiero amar mi cuerpo, tal y como tú lo hacés~ ✓OS ✓Jelsa ✓Julia Michaels