mudanza

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He vivido en esta casa por 17 años, desde que tengo memoria, he jugado en la misma acera y pasado por las misma calles hacia el colegio, el cine,  el parque, el centro comercial etc.
En este vecindario manejé mi primera bicicleta, tuve mi primer raspón en el momento que quitaron las rueditas de aprendis, tuve mi primera amiga, mi primera pareja, aunque no resultó, estas casas, y calles tienen mi historia y ahora debo dejarla ir.

DEJAR IR...
No me creo capaz de dejar ir las cosas, eh oído, leído, escuchado eso de " debes dejar ir para sanar las heridas, y seguir adelante" pero por alguna razón, yo no tengo deseos de hacerlo, aunque sean recuerdos muy malos, tristes, o terroríficos, son mis recuerdos, son mi historia...
Estaba pensando justo eso sentada en mi cama con una caja que tenía escrito encima "libros" la abrí lentamente y tome uno de entre tantos que habían en la caja " La vida después de la muerte" autor
William Walker atkinston
Mi padre me lo dio como regalo de cumpleaños un año después de la muerte de mi mamá, y me dijo " encuentra la belleza en lo trágico, preserva el amor por cosas que ya no están" mi padre siempre fue muy poético siempre deseo que escribiera creo que en el fondo pensó que también sería poética, pero no fue así.
Tome el libro y lo abrí en una de las múltiples marcas que le había puesto, lo leí unas 15 veces, la verdad era un muy buen libro me topé con un subrayado color naranja pastel que decía :
"La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es, y cuando la muerte es, nosotros no somos."
Mientras leía esas profundas palabras de él señor William Walker mi padre desde la cocina me  decía en tono amable y paciente 

- mi cielo debemos irnos, es un largo viaje

torcí mis ojos un poco con un gesto de molestia y antipatía,  ya que no me agradaba el hecho de que mi padre  me dijera "mi cielo",  Puse el libro en su lugar, cerré la caja, le puse la cinta adhesiva de mala gana, por lo que se veía como la caja quedaba medio abierta  en un lado, propenso a romper la cinta y que los libros cayeran, pero no le preste tanta atención y me dispuse a bajar.

mientras baja las escalera en un ritmo bastante perezoso, veía a mi padre el cual estaba bastante emocionado por aquella mudanza " ojala tuviese la misma emoción" pensaba mientras lo veía y trataba de  sonreír para ocultar mi incomodidad por la situación  

*no me digas mi cielo si?

no, no intentaba ser antipática ni mucho menos despreciar el cariño que intentaba darme mi papa, simplemente era una costumbre que mi padre adopto luego de la muerte de mi madre en un intento de consuelo para mi, o quizás consuelo para el, pero luego de un tiempo comenzó a incomodarme o mas bien molestarme, y por mas que le pedía que no lo hiciese, avía veces que se les escaba un " mi cielo" " niña de mis ojos" entra otros apodos.

- solo era una broma, se que no te gusta que lo haga, pero debemos irnos

* recuérdeme por qué nos mudamos, aquí todo está bien solo...

Antes de terminar mi reprocha me interrumpió

- por qué es lo mejor para ambos, han sido dos años muy duros y creo que nos vendría bien un cambio

* para mi no es mejor, estoy dejando mi niñes atrás, mis amigos atrás, estoy dejando a mi madre atrás...nose por quien hablas al decir "nos"

Esperaba, que me diera un regaño, hasta yo sabia que estaba mal lo que avía dicho, desde la muerte de mamá mi padre la pasó muy mal, siempre lo quiso ocultar entre risas, regalos, e  intentaba estar distraído en todo momento, escribía mucha poesía pero la mayoría triste y claro el mismo lo decía: en la poesía siempre se reflejara lo  profundo de tu alma, lo mas verdadero de tu corazón y   lo mas recóndito de tu dolor 

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