Solaris, Lunaris y Semidioses

3. Una noche interesante.

Luego de que los lunaris y solaris fueran elegidos por sus respectivos padres divinos, fueron llevados a sus respectivas cabañas.

La primera en llegar a su "nueva casa" fue Rhea que estaba mirando todo a su alrededor.

- Vaya, si que nuestro "padre" se toma muy en serio su titulo de "Dios del Mar" - Comentó mirando curiosa las paredes llenas de adornos de mar y demás.

- Si bueno, en eso tienes razón - Río un poco nervioso ante la mirada de la mujer.

- ¿Ya vas a dormir? - Pregunto curiosa Rhea.

- Si, ¿Tu no?

- Vivo de noche niño, de echo todos los de mi "especie" lo hacemos.

- Oh ya veo - Percy se quedo mirando un momento a su nueva hermana - ¿Algun tipo de habilidad tienes tu?

- Puedo manipular el agua, aunque no creo que sea tan emocionante como respirar dentro de ella ¿Cierto? - Rhea le sonrió al chico.

- Bueno si, tienes razón - Dijo Percy algo apenado.

- Será mejor que vayas a dormir, tu lo necesitas mas que yo - Le dijo sonriendo la marinera.

- Tienes razón, tengo algo de sueño.

Percy se alistó para dormir y se metió en su cama.

- Buenas noches Rhea - Dijo el joven acostándose.

- Buenas noches Percy.

Rhea sólo se quedo recostada en su cama Hasta que Percy se durmiera, una vez se durmió ella salió de la cabaña.

En otra parte.

Annabeth llevo a sus nuevos hermanos a su cabaña.

- Bienvenidos a la cabaña de Atenea - Dijo la joven sonriendo un poco.

- Gracias por tu hospitalidad - Dijo tranquilamente Mila mirando a todos lados.

Emil miraba todo a su alrededor curioso y fascinado, era como vivir en una biblioteca o algo parecido.

- Bueno vengan conmigo, les daré su litera y mañana les daremos algo de ropa para que se cambien - Annabeth pensaba que era algo bueno que se mezclarán vistiendo de forma "normal".

- ¿Nuestra ropa tiene algo de malo? - Pregunto Emil mirándose a sí mismo.

- No, pero creo que necesitan algo más práctico para moverse sin llamar la atención - Dijo sonriendo Annabeth.

Mila y Emil se miraron y después de meditarlo en  silencio, asintieron de acuerdo con eso.

Una vez ya acomodados los dos solaris se acostaron a dormir, estaban cansados por el día tan extraño que habían tenido, solo esperaban que sus amigos estuvieran bien.

Mientras en otra parte.

Bastian era llevado por Piper a la cabaña de Afrodita, al llegar, solo verla causó una mueca de desagrado.

- ¿Es una broma, cierto? - Pregunto mirando lo que tenia delante.

- Igual me gustaría que lo fuera - Dijo Piper suspirando - Pero es la cabaña de mamá.

- Por las estrellas, me lástima la vista de solo verla - Dijo con algo de desagrado.

- Mejor vamos dentro y te muestro tu litera - Dijo Piper un poco feliz de que alguien más comparta su inconformidad.