La tarde era calurosa provocando que las personas no desearan salir de sus casas.
Dentro del taller que a lo largo del tiempo a cumplido con la función de ser el centro de reunión de un grupo de amigos se encontraban dos jóvenes amigas compartiendo gustos por medio de revistas.
El ambiente podría describirse como agradable y pacífico. Suaves risisitas femeninas como música de fondo, el olor de galletas recién horneadas mezclado con las suaves fragancias de perfume que provenían del dúo y una tierna imagen de dos bellas chicas sonriendo y conviviendo en armonía.
En resumen el día estaba pasando de manera muy tranquila y gratificante. Oh al menos así lo era desde la perspectiva del par de amigas.
Todo iba bien. Todo estaba transcurriendo de manera alegre para la pelirosada pero de pronto algo salió mal, algo completamente amargo hizo su aparición y arruino de manera veloz su buen humor.
Sonriendo de oreja a oreja y con un leve sonrojo adornando sus suaves pómulos, la chica frente a ella levantaba con entusiasmo una revista mostrándole la portada de esta en la cual se encontraba la razón de su alteración.—Este-inicio-es mi favorito. Pueden haber un montón de chicos guapos en mis revistas pero ninguno se puede comparar a mi ardiente amor.
Claro que está acción no era motivo para un enfado, pues en todo el tiempo que a estado divirtiéndose con la pelinaranja en la sala es todo lo que han hecho. Hablar de los chicos lindos que aparecen en las revistas.
Todos estos lograron atraer la atención de las chicas, unos más que otros sacando sonrisitas cómplices de las dos y una que otra pícara por parte de Mira.
Era algo que Ari estaba disfrutando bastante aunque realmente no se sentía atraída románticamente hablando por ninguno de esos chicos. Lo disfrutaba hasta que su amiga mostró aquella revista que contenía la imagen de su supuesto "ardiente amor" que logro congelarle la sonrisa del rostro.
Con su mano derecha deslizó un mechón de cabello atrás de su oreja uniendo lo con el resto que se encontraba suelto, solo para hacer su incomodidad un poco de lado.—¿Verdad que es guapo? Incluso te a dejado sin palabras. Anda, puedes verlo pero recuerda que yo lo ví primero, así que es mío.
Ari sostuvo con ambas manos la revista que extendía su amiga invitando la a tomarla.
Examinó con cuidado el rostro del chico que se mostraba en ella para comprobar que era quien creía y no un error. Cómo se esperaba no se trataba de ningún error. En el centro de la revista mostrándose en grande con su elegante pose enfocada de las rodillas hacia arriba que aparentaba estar recargado levemente en una pared y con su mano derecha enredándose en su melena rojiza -que ya no era tan alborotada como antes-, se encontraba Roy, uno de sus amigos de infancia quien además de ser el que más la apoyaba y cuidaba de los tres varones también era el que había confesado tener sentimientos románticos hacia su persona hace algunos años atrás.
Su brillante mirada dirigida a la cámara, aquella que podría provocarte dos sensaciones contrarias en un solo momento. Por un lado te sentías morir con el apasionado tono de sus ojos que parecían contener fuego en ellos acompañados del carbón que eran sus pestañas, por el otro lado a pesar de todo lo dicho anteriormente su mirada estaba cargada con un gran aura de indiferencia. Lograba ser tan helada y distante que incluso podría hacerte temblar de los nervios.
Totalmente una combinación extraña y única.
Aquellos quienes no fueran sus amigos habían experimentado más de una vez aunque sea un poco de esta mirada glaciar. A ellos que contaban con el privilegio de ser sus amigos solo les había tocado mirar un muy poco grado de frialdad siendo sustituida por el sarcasmo o con una simple in expresión en el rostro.
Ari no se sentía bien, ya no más felicidad por el resto del día. La última vez que ella y Roy habían hablado sobre sus sentimientos acordó vigilar lo hasta aclarar sus sentimientos y este acepto esperar gustoso pero con el tiempo las cosas se volvieron más a como eran antes hasta llegar a alejarlos más que acercarlos.
La verdad cuando las cosas parecían volver a como eran antes, justo un año después del regreso de Avan ella creyó que Roy se había rendido respecto a lo que sentía y decidió dejar morir sus sentimientos. Se preguntaba si este había cambiado sus sentimientos o si posiblemente descubrió que solo estaba confundido.
No lo sabía, pero ella tampoco siguió intentando. Dejo de observarlo.
Sona se acercó a su compañera cuando noto el cambio emocional en esta, y Mira también fue capaz de notar su cambio de humor borrando su sonrisa del rostro preocupada por su amiga.—Ari -la llamó suavemente
–¿Eh? ¿Qué decías?
– ¿Estás bien?
Esa simple pregunta exaltó a la pelirosa haciéndola preguntarse sí había mostrado una imagen extraña al momento en que se perdió viendo a Roy. Su rostro palideció de solo imaginarlo.
–jajaja claro que lo estoy - Agitaba su mano exageradamente tratando de hacer aun lado su nerviosismo - ¿Porqué no lo estaría, Mira?
– Sí, lo mismo me pregunté yo pero te veías un poco triste cuando te mostré la revista
– Nah solo son tonterías ya sabes que suelo perderme en viejos recuerdos de la nada.
– Sí te creo. Haveses sueles actuar extraño en momentos aún más extraños.
Ambas amigas rieron juntas al recordar este hecho, pero Sona no estaba muy convencida. Ella sabía muy bien la historia que había entre su compañera y el chico de ojos rubí.
La joven de ojos rosados se dispuso a devolver la revista a su dueña pero está la negó de inmediato.– Quiero que tú conserves esa para que aprendas lo que son los buenos hombres.
– Pero Mira esta tiene a tu chico favorito en ella.
– No te preocupes por eso. En mi casa tengo un montón que lo tienen a él como modelo principal.
– ¿No es eso una especie de acoso? – la miro burlona
– Es amor – regreso la mirada
Las puertas del elevador sonaron anunciando la llegada de una persona y de estás apareció, como si hubiera Sido invocado, un joven y apuesto Roy.
Mira le daba la espalda así que no presto atención a su llegada hasta que esté habló.
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¿Es un te ame o un te amo?
Fanfiction~🌸~ Los años pasan dando la bienvenida a la adolescencia y a pesar del tiempo transcurrido 4 chicos siguen manteniendo viva la llama de su amistad. El símbolo que representa al amor y la belleza comienza a fundirse poco a poco en la intensa y roj...