Capitulo 1

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Me miraba al espejo de mi gran habitación y esto es lo que veía: una delgada chica con curvas, grandes ojos azules y un cabello azabache recogido en un peinado con varios adornos brillantes. Alise mi vestido azul y respire profundamente, comencé a prepararme para bajar a la sala ya que los invitados no tardarian en llegar al gran y esperado baile de los Lexington, planeado para hacer un gran anuncio por parte de mis elegantes y buenos padres Sophie y William Lexington. Al ser su hija menor mi padre quiere que me despose lo más pronto posible y cree que esta noche es perfecta para escoger de mis pretendientes; mi madre en cambio piensa que con solo 17 años soy muy joven todavía que debería hacerlo sin apuro, como ella hizo. "Sophie fue un caso especial" decía mi padre muy serio sin querer escucharme y mama solo negaba con la cabeza en desaprobacion. Aclarando mi cabeza comence a bajar las escaleras para empezar a recibir a los cientos de invitados.

Al pararme junto con mis padres en el recibidor comenzaron a llegar,cientos de caras familiares a los que cuando me saludaban o me daban halagos, yo respondía con mis habituales frases "Gracias por venir", "No creo merecer tal palabra de su parte pero gracias" o "Aceptare su baile para más tarde, cuando reciba a los invitados". Por supuesto siempre hay excepciones por ejemplo al entrar por la puerta con su siempre alegre sonrisa mi querida y hermosa prima Cassandra Bronton me dio un suave abrazo y un guiño de ojo diciéndome con ese gesto que nos veríamos dentro del salón, por el momento eso fue lo que más esperaba de la noche. Luego de saludar a todos fuimos con mis padres al salón donde estaban tocando una muy agradable canción y al ver que estaba entrando sola sin compañía muchos hombres encontraron conveniente pedirme una pieza que yo amablemente acepte. Después de bailar con siete diferentes hombres fui a buscar un lugar donde descansar en el atestado vestíbulo, ya que esos caballeros me habían pisado de diferentes maneras y me estaba cansado de la mirada atenta de mi padre, por suerte la mayor parte del tiempo mi madre intentaba llamar su atención lo que la mayoría de las veces funcionaba.

- ¡Oh querida Anna luces radiante esta noche! – dijo mi prima Cassie colocándose a mi lado luego de darme un leve abrazo.

-Tu también Cassandra, creo que ningún joven ha dejado de mirar hacia aquí desde que has pisado el vestíbulo – dije tocando su brazo suavemente mientras reia.

- No digas esas cosas, eso lo hacen por ti no por mí Annie – dijo agitando la mano restándole importancia – Pero no he venido a eso prima, he venido a preguntarte si ya has mirado a todos los apuestos hombres que vinieron esta noche pensando tener alguna oportunidad contigo ¡Ah lo olvidaba! - Cass dio un salto a lo cual hice lo mismo, puse mi mano en el pecho intentando calmar mis palpitaciones - También he venido a preguntarte si sabes cuál es esa gran anuncio por dar, la espera me angustia

- Primero que nada Cass: estoy tan ansiosa como tú por el anuncio ya que mis padres han querido mantenerme al margen de todo; segundo: ¿Por qué crees que no le daré oportunidad a ninguno de estos apuestos hombres? ¿Tan indiferente me crees? - dije divertida

-¡Oh Anna! No quise decir que eras indiferente,disculpame, lo que quise decir es que como nunca les das importancia a los hombres de por aquí no creí que sería diferente esta vez ¿O lo es? – dijo Cassie acercándose más a mi lado con interés en sus ojos

-Acepto tus disculpas - dije sonriendo - Y no, no es diferente esta vez, creo que mis padres pierden el tiempo una vez más al intentar hacer que me interese por uno de ellos – suspire algo cansada, al levantar la vista pude ver a Edward Fitzgerald II un guapo y rico soldado que también fue uno de los muchos que al intentar bailar conmigo sus pies se enredaron con los míos en varias ocasiones, siendo así un incomodo momento. Al ver que levantaba la vista por la habitación en busca de mi presencia me gire hacia la joven a mi lado - Discúlpame, debo retirarme por unos momentos o terminare con dos pies adoloridos, luego nos veremos - y así con una inclinación hacia ella y una divertida sonrisa rápidamente pase entre medio de toda la gente para no ser vista por él.

Cama de RosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora