¿Alucinaciones?

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¿Pueden tales cosas causar tanto temor? No lo creí posible hasta que no tuve escapatoria. Hasta hace unos años creía que tenía una vida resuelta, sin penas ni preocupaciones del futuro inmediato, y es que claro...¿Cómo tenerlas cuando se tiene el apoyo de las personas que más importan en la vida? Por desgracia la desdicha llegó, hace unos meses tuve que venir a este pueblo a causa de una beca para uno de los internados más prestigiosos existentes en el país. Desde el momento de mi llegada la desconfianza se hizo presente. Un pueblo que ha sido testigo de crímenes terribles transmite únicamente malas energías. Extrañas sectas que cometen suicidios en masa, muertes insólitas, psicópatas o fenómenos oscuros que están más allá de nuestro entendimiento y que hacen temblar hasta a los más escépticos..Estos son solo algunos de los confusos sucesos que este pueblo encierra. Típico cliché del terror, un lugar tenebroso en el que ocurren hechos paranormales, pero esto va más allá, es como si el pueblo tuviera vida propia, como si llamara a los fieles peregrinos a engendrar la malevolencia y la crueldad. La palabra perverso es insuficiente para describir lo que ocurre en este sitio y en sus muchos locales construidos al estilo victoriano que parecen abandonados en el tiempo. Muchos afirman que se alimenta de malas emociones y que surte una atracción hacia todo lo más macabro y retorcido que pueda existir, como si de un imán se tratara. Desde que vi el internado, conmocionada pude asegurar que un destino incierto me esperaba. Desde la colina se alzaba dominante, vigilando fijamente un pueblo muerto desde siglos atrás, y retando a quienes lo contemplaban a mantener fija la mirada, hipnotizados por su grandeza y esplendor. Nadie queda libre del alcance de la perversidad de este lugar, los oscuros pasillos con sus deterioradas y húmedas paredes, descoloridas habitaciones clausuradas a las que se está prohibido entrar y una gran extensión de bosque, son los únicos testigos de los entes que acechan a sus presas. Numerosas son aquellas almas que se han perdido por estos pasillos. Fuertes muros rodean esta antigüa construcción y en el ambiente se respira la humedad del clima. Las nubes cubren el sol y solo pocos rayos se filtran por estas. Creo que nuestro subconsciente sabe cuando algo ajeno a lo que estamos acostumbrado pasará, al menos este fue mi caso.


Hice amigos muy pronto a pesar de que estas personas son poco sociables y evitan relacionarse con los demás. Lamentablemente eso no hizo que mi incomodidad disminuyera en lo más mínimo. Guardaba la esperanza de que mi aprensión hacia este paraje remitiera y desapareciera de un momento a otro, no quise ver las señales, fui una ilusa y ese se convirtió en mi peor error. La frialdad que me rodea no me reconforta.


Las noches se vuelven eternas y me ataca la desesperación, escucho gritos angustiosos en la lejanía. Pasos y voces susurrantes de algo o alguien que no quiere ser descubierto. Comienzo a descubrir grandes moratones en mis brazos, hay marcas de garras que cubren las paredes de mi blanca habitación y la parte posterior de mi cama, tengo unos sueños terribles en los que un monstruo horrible intenta agarrarme. ¿Qué es lo que quieres de mí?! Grito a la oscuridad.


¿Qué es lo que sucede en este lugar tan siniestro?


Me siento observada y no logro pensar de forma racional, eso me angustia. ¿Es que acaso estoy enloqueciendo? Intento salir de la habitación pero el miedo me paraliza.


Todo empeora con el paso del tiempo; hace tres días, se descubrieron al menos cinco cadáveres de estudiantes. Según la policía fueron brutalmente asesinados. Investigé un poco más y pude darme cuenta de que las muertes se remontan mucho más atrás en el tiempo. Eso quiere decir que no es la primera vez que pasa pero entonces: ¿Cómo es posible que estas personas no quieran ver lo que sucede? Voltean la vista, ignoran y normalizan algo que no es común. No hablan del tema y solo se encierran en sí mismos. Noto el nerviosismo de algunos que solo se limitan a dejar que el tiempo se agote. Nos prohiben salir al exterior por lo que me resulta imposible buscar ayuda. Anhelo salir al aire libre para así respirar libremente y que el viento despeine mi cabello. No puedo comunicarme de ninguna manera con mi familia y eso me agobia. ¿Por qué razón pasa todo esto? ¿Qué es lo que ocurre en este lugar? Son preguntas que invaden mi cabeza. ¿Es que perpetuar tales crímenes satisfacen la sed de sangre de alguien..o algo?


Tengo la horrible sensación de que algo malo pueda pasarme. Es como si las gotas de sangre que humedecen mi blanco uniforme fueran un triste presagio de mi destino. Siento que la criatura de mis sueños se apodera de mi ser. Debo escapar de aquí lo antes posible antes de que me domine por completo. Pero a donde ir cuando algo sobrenatural te acosa? Corro por los pasillos con los pies descalzos lo más rápido que puedo, no debe atraparme porque solo Dios sabe los horrores que puede hacer conmigo. Me acompañan las sombras y una triste gama de gris y negro; intensos alaridos me rodean y me espantan. Percibo un insólito hedor a muerte que ataca a las almas que se han perdido en la locura. Busco con impaciencia una salida o un escondite. Siento como la bestia corre tras de mi. Paro en seco y veo a un joven estudiante que está sentado en una silla de ruedas. Esto me desconcerta un poco pero lo importante es que se encuentra impidiendo el paso. Balbucea palabras sin sentido, tiene la vista perdida y un delgado hilo de saliva recorre su mentón. No puedo dejar que nada me detenga, es la ley de la naturaleza, debe sobrevivir el más fuerte. Tengo que deshacerme de él pronto. Soy consciente de que traigo en mi mano un objeto, no estoy segura de qué es ni en que momento lo agarré. Golpeo numerosas veces al joven en la cabeza con todas mis fuerzas. Noto la forma en la que la sangre salpica cada rincón de mi rostro y se desliza por mis manos. Un leve regusto metálico llega a mi boca y me embarga una demencia que no es del todo desagradable, la recibo como a una vieja amiga. Sigo corriendo, no debo distraerme con cosas intrascendentes. Observo cómo mis captores se aproximan, pero he llegado a un corredor sin salida. Trato de entornar los ojos para así identificar la forma de estos monstruos. Soy consiente de la sonrisa que cubre mi rostro y me otorga un aspecto sombrío, por primera vez en mucho tiempo siento que la cordura me acompaña...No, los monstruos no son los que acechan en la oscuridad, sino aquellos que viven en nuestro interior escondidos, esperando pacientemente a salir de un momento a otro para esparcir su maldad. Somos esclavos de los impulsos que nos inducen, solo nosotros tenemos la capacidad de vencerlos. Quizás el ente del cual escapo sí existe en este universo, solo que se encuentra acurrucado dentro de mi ser. Me incita a realizar cosas terribles pero solo yo poseo el poder de llevarlas a cabo. Qué peor monstruo que nosotros los seres humanos que poco a poco hemos llenado el planeta de maldad, que renegamos de nuestra propia raza solo por cosas banales como el color de la piel o las clases sociales. Quizás mi monstruo no es tan malo después de todo; él conoce bien el origen de tanta malicia y crueldad, me muestra la forma de acabar con todo lo ruin del mundo. Algunos más oscuros que otros, pero los monstruos del alma siempre están ahí. No lo entendí bien hasta ahora, de quien verdaderamente escapo es de los enjendros de carne y hueso, de los humanos cuya crueldad no se anuncia ni se aprecia a simple vista, sino que se disfraza de bondad y buenas acciones. Finalmente las personas que me persiguen llegan hasta donde me encuentro. Advierto como dos pares de manos me agarran con violencia inmovilizando mis desesperados movimientos. Uno de ellos me inyecta algo que atonta todos mis sentidos. Mis ojos amenazan con cerrarse pero aún en la profundidad de un sueño que me fue inducido alcanzo a escuchar una voz perteneciente a alguien que según puedo entender se comunica por algún objeto electrónico. Fragmentos de la conversación llegan a mis oídos aunque no logro comprender a qué se refiere realmente:


-Hemos encontrado a la paciente esquizofrénica, Es la número 232 que causó la muerte de su familia y   de cinco pacientes...Correcto. Al parecer tuvo otro de sus ataques psicóticos. Se había escapado de su celda de contención, no sabemos cómo lo hizo pero ya lo averiguaremos. Intentó matar a otro paciente, el número 098, lo encontramos inconciente en uno de los pasillos. Ya se encuentra sedada...Recibido. Ahora la trasladaremos a la sala B para empezar con el tratamiento y los choques eléctricos.


Pude apreciar como las luces de mi mente se tornaban de un tono oscuro. Siento paz en mi interior y el mundo de los sueños se aproxima con una calidez especial. Dejo escapar la preocupación. Por fin sé las respuestas a lo que atormentaba mis días y dejaba confuso todo mi ser. Ahora tengo la seguridad de que no debo escapar nunca más de mi monstruo porque su único propósito es protegerme. Él me a agarra delicadamente la mano, me abraza como un padre a su hija, y me cuida de estos abominables humanos que dañan al mundo y lo destruyen lenta y dolorosamente.


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⏰ Última actualización: Oct 11, 2020 ⏰

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