𝟧 𝒞𝑜𝓂𝑜 𝑜𝓈 𝒸𝑜𝓃𝑜𝒸𝒾𝓈𝓉𝑒𝒾𝓈

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Harry: Era el cumpleaños de Dudley. Harry, sus tíos y el cumpleañero estaban en un restaurante muggle comiendo cuando saliste corriendo de la cocina. Eras la hija del chef, y de vez en cuando robabas comida para poder hacer experimentos con ella. No hace mucho, descubriste que eras capaz de hacer cosas con la mente, como explotar una calabaza o hacer volar un pescado.
Ya escondida, en un intento de hacer que un plátano se volviese una manzana, este salió volando hacia el restaurante, dándole en la cara a Dudley Dursley. Mientras los padres del chico reclamaban atención de los camareros para expresar su enfado, Harry, con una leve risa entre los dientes, fue al lugar de donde había venido aquel plátano-proyectil, encontrándose contigo
-Has sido tú la que le ha tirado ese plátano a mi primo? -preguntó, riéndose ahora si a carcajadas. Temerosa, asentiste con la cabeza sin mediar palabra- Gracias, ha sido lo único bueno del día... -se sentó a tu lado y empezó a contarte todo lo que había vivido desde pequeño: la muerte de sus padres, el maltrato de parte de sus tíos... Llegaste a tal punto de cabreo y tristeza ajena, que sin querer, hiciste explotar un racimo de uvas. El chico miope te hablo de que también hacía explotar cosas sin quererlo cuando estaba cabreado.
En tan solo unas horas, creasteis un gran vínculo de amistad, aunque no pudo seguir siendo así ya que no le dejaban salir de casa...

Ron: A las cinco de la mañana, Ron bajaba tranquilamente en el mayor silencio posible y con la capa de invisibilidad de su mejor amigo, Harry Potter, encima, de la Torre de Gryffindor. Normalmente, a esa hora se encontraba comiendo en su habitación algunos caramelos que compraba cada vez que iba a Hogsmade; por desgracia, la noche anterior no pudo ir a cenar por un castigo que le impuso el profesor Snape, así que, acabó con el resto de comida que le quedaba, la cual debería haberle durado una semana más. Por eso, iba hacia las cocinas, a por más comida para poder aguantar lo suficientemente bien hasta ese fin de semana que fuesen a Hogsmade
Al entrar, se encontró con una chica muy tierna, vestida con un pijama edición Navidad de Hufflepuff, con la cara llena de chocolate y sentada encima de una mesa. Sin darse cuenta, el pelirrojo rió tiernamente al ver a la desconocida con esas pintas, lo que hizo que ésta se girase. Por un instante, el pánico se apoderó del cuerpo del Weasley, que tartamudeó un leve "Lo siento" lo que hizo que ahora fuese ella quien riese
Avergonzado y con la poca dignidad que le quedaba, el chico subió corriendo de nuevo hacia su habitación, apuntándose a otra salida la noche siguiente para coger comida, encontrándose de nuevo con la dulce Hufflepuff.
Cuando volvió a verla, esta vez sin chocolate en su rostro, le pareció tan hermosa, que decidió volver al día siguiente para comprobar si iba todos los días. Al ser así, Ron decidió ir también todos los días, manteniendo todas las noches, una grata conversación con la chica qué, en una sola noche, le había conquistado el corazón

Draco: Los Malfoy y los Nott siempre habían tenido una gran amistad, sobretodo Draco Malfoy y Theodore Nott. Ambos sabía los secretos del otro... Solo había un secreto de Theodore que Draco no sabía
Una mañana fría de diciembre, mientras las madres de ambos niños de tan solo 5 años decoraban la mansión Nott para las festividades navideñas, un chillido femenino resonó por encima de la risa de los infantes, seguido de un golpe seco. Theodore miró asustado a su madre y a la madre de su amigo, mientras un desconcertado Draco Malfoy se levantaba miraba dirección a la planta alta, de donde venía unos sonidos de pasos correteando a la mayor velocidad que sus pies le permitían
-Que está pasando!? -preguntó asustado el rubio
-Nada cariño, no te preocupes -le dijo su madre, en un intento desesperado de tranquilizarlo.
En ese momento, de las escaleras, una chica bajaba a la carrera y abrazó a la primera persona que encontró; Draco Malfoy. La pequeña, de apenas 3 años, se encontraba llena de sangre, cortes y moretones. La inmensa mayoría se encontraba en la cara, pero aún así, se podía apreciar que era hermosa para su corta edad. El joven Malfoy, asustado, intentó separarse de ella, pero ésta lo abrazó más fuerte
-No dejes que me lleven de nuevo arriba, por favor -suplicó con las pocas fuerzas que le quedaban la chica, intentado salvar el pellejo. Antes de que a Draco le diese tiempo de poder protegerla, el señor Nott se la llevó de nuevo arriba por los tobillos, mientras ella lloraba y pataleaba suplicando clemencia

Neville: Neville se encontraba leyendo su libro de Herbologia de segundo curso bajo un árbol. Con el ceño levemente fruncido por la concentración, se informaba de las mandrágoras que tanto le preocupaban. En la clase donde la profesora Sprout las explicó, se desmayó por una mala colocación de la orejeras
Mientras leía, su concentración fue aumentando, a tal punto que no se dio cuenta que, colgada de una rama cercana a él, se hallaba una joven Ravenclaw boca abajo, como si fuese un murciélago, observándolo con detenimiento.
-Hola... -saludó la desconocida a los pocos minutos. Neville chillo levemente y pegó a la chics con el libro, haciendo que ésta cayese del árbol- Una ya no puede ser educada sin que le peguen... -se acarició la mejilla izquierda, donde había recibido el golpe del libro
-Lo siento... Yo no suelo pegar a la gente... Pero es que me has asustado... -confesó el Gryffindor. La Ravenclaw rió tiernamente y se fue de allí con gran tranquilidad, dejando con la curiosidad en la piel al joven Longbottom

Primera parte de como os conocisteis
La semana que viene la segunda parte uwu
Espero que os guste, bye :3

Harry Potter One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora