Sus ojos se abrieron anunciándole el inicio de un nuevo día, corrió los doseles verdes que cubrían su cama y sin mucho ánimo se empezó a preparar para subir a desayunar al gran comedor; A la par que su compañero Siguetsu, hablaba y hablaba cosas a las que él no le prestaba mucha atención.
Para su mala suerte el canturreo del chico siguió aun durante el desayuno, solo que como de costumbre a este se habían unido, sus compañeras Karin e Ino, quienes no dejaban de parlotear.
Estaba a punto de levantarse y dejar a sus compañeros cuando sus ojos captaron una veloz ráfaga amarilla correr hacia la mesa de Gryffindor.
Por lo que decidió quedarse en el gran comedor un poco más solo para poder mirar al tonto rubio de Naruto Uzumaki, que como casi siempre llegaba tarde a desayunar.
Aquella mañana su mala surte persistió y Naruto percibió su mirada; lanzándole un claro gesto de fastidio, que se vio obligado a corresponder.
No era un misterio para nadie que, durante generaciones, los estudiantes pertenecientes a las casas de Slytherin y Gryffindor se detestaban y como digno miembro de la casa fundada por Salazar, intentaba seguir con la tradición.
Aunque eso era todo lo opuesto a lo que realmente quería, ya que personalmente él no tenía nada en contra de los Gryffindors, estos le daban igual, solo un Gryffindor en particular le importaba. Sin embargo, nuevamente para su mala suerte el único miembro de la casa de los leones que llamaba su atención era el más tonto de todos; aun no entendía como se había quedado cautivado por el rubio, desde la primera vez que lo vio, justo cuando el sombreo seleccionador lo coloco en Gryffindor. Definitivamente en ese momento su mala surte comenzó.
Su día no inicio muy bien y se puso peor, cuando tuvo que ir a clase de pociones, normalmente no le entusiasmaba mucho aquella asignatura, porque esta era impartida por su jefe de casa, quien le resultaba muy extraño a su parecer. No obstante, lo pasaba porque la clase la tomaba junto con los Gryffindors y podía ver un poco más al rubio.
Sin embargo, el profesor Orochimaru tuvo la brillante idea de ponerlos a trabajar en parejas, pero de casas opuestas y a pesar de que en un principio se sintió afortunado de que le tocara ser pareja con Naruto. El rubio no tardo en complicar las cosas.
Lo que los llevo a tener una de sus típicas peleas, ocasionando que la mayoría de los calderos de sus compañeros estallaran.
—Otra vez estas causando problemas Naruto— soltó Jiraiya el jefe de Gryffindor en tono cansado.
—¡La culpa fue de Sasuke! — exclamo rápidamente el rubio.
—La culpa fue tuya— dijo casi igual de veloz.
—Ambos son culpables— comento Orochimaru, mirando extrañamente divertido a sus alumnos.
Después de un tiempo en el que ambos jefes de casa discutieron sobre su castigo, finalmente fue decidido que tendrían que limpiar el aula de pociones durante dos semanas.
—Genial ahora estaremos castigados dos semanas.
—De que te quejas, todo fue tu culpa si hubieras seguido bien las instrucciones que te di no estaríamos metidos en este problema.
—Ahora es mi culpa que tú no te sepas explicar— dijo Naruto enfadado.
—Es inútil razonar contigo— expreso acelerando su paso con una ligera sonrisa en el rostro.
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Atrapa a ese Gryffindor (OneShot)
FanfictionUn castigo y un viaje mágico dimensional era todo lo que necesitaba el mejor buscador de Slytherin, para poder atrapar al Gryffindor más tonto de todos. Un pequeño one por motivo del cumple de Naru, ambientado en el mundo de Harry Potter, con los be...