Jungkook, escúchame... Estoy aquí.

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Los cubiertos sonaban cada vez que los platos los tocaban, a Jungkook le aturdía el sonido, más que ninguno de los adultos hablaban o si quiera hacia gestos de querer dictar palabra alguna, lo que hacía que el chico de 23 años se estresara por el piqueteo y meneara su pie en desesperación.

Terminó su comida en un dos por tres, de su boca se gesticula un "con permiso" y se retiró de la mesa, llevó su plato al fregadero y lo limpio, ya de último se fue a su habitación a acostarse e ignorar a su familia.

Apenas había entrado de vacaciones de trabajo y ya se estaba estresando de estar todos los días en la casa, ya que no tenía amigos a los cuál visitar o pareja a la cuál molestar.

Decidió tomar una siesta rápida para retomar energía y tal vez después hacer un poco de ejercicio en el porche de su casa.

Sus ojos cafés cada vez se cerraban más y hasta que su cuerpo se sintió lo verdaderamente pesado...

-Jungkook, no dejes la televisión prendida -Dijo su madre entrando al cuarto, yendo al armario saco una toalla y se la colgó en el hombro -Tu hermana y yo vamos a salir ¿Vienes?

El castaño bufó ¿Que no se dio cuenta que estaba apunto de dormir?

-No mamá, voy a dormir un rato y luego haré un poco de ejercicio en el porche.

La mujer rodó los ojos.

-Te quejas que estás aburrido, que no haces nada, pero literalmente haces lo mismo después de comer, dormir y hacer ejercicio, lo cuál no me quejo, pero si te vas a estar hostinando de estar encerrado deberías hacer otra cosa más que eso, no se, hablar con tus vecinos...

-Paso.

-Bueno, tus abuelos van a estar en el apartamento de Joon, si necesitas algo los buscas ahí, yo voy a ir con tu hermana al centro comercial.

-Se cuidan.

Jungkook después de esa conversación apagó la televisión, se paró a apagar a luz y a cerrar la puerta, para por fin dormir su querida siesta.







-Jungkook...

Su oído izquierdo se inundó de susurros pesados, sus ojos, por más que quería no los podía abrir, sus manos inmóviles y pesadas, pegadas a la cama, y su cuerpo aprisionado, se sentía como si un yunke estuviera encima de él.

-¿Quien está ahí?

-Jungkook... No te muevas...

-¿QUIEN ESTA AHI?

Grito aterrorizado, sin embargo no se movía ni un milímetro de dónde estaba acostado, luchaba a más no poder, pero no sentía ninguna extremidad, era como si no tuviera cuerpo alguno.

-Jungkook, escúchame... Estoy aquí...





Su cuerpo se levantó de golpe, haciendo que se mareara por la fuerza.

-Agh... Solo fue una pesadilla.

"Se sintió muy real" pensó.

𝘊𝘢𝘭𝘢𝘧𝘳𝘪𝘰 | 𝘑𝘦𝘰𝘯 𝘑𝘦𝘰𝘯𝘨𝘨𝘶𝘬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora