I: "Park Serim."

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- ¡Yohannie te prepararé una sorpresa deliciosa!. -El castaño habla emocionado y su novio lo escucha a través del teléfono en una llamada.

- Lindo, no hace falta que me hagas nada, yo sólo te quiero a ti. -Murmura Yohan con su grave voz.

- Y yo te quiero hacer feliz con mi regalo, ¡vamos Yohannie!, sé que te encanta~. -Responde ignorando el tono cansado que Yohan mantiene.

- Bien, nos vemos. -Contesta y cuelga la llamada haciendo a Allen apretar los labios e inflar sus mejillas.

- Qué le pasa. -Pregunta para sí en tono de berrinche y sube el volumen de I am the best de 2NE1 en el JBL.

Sacude la cabeza alejando la molestia con la que Yohan entonó aquellas palabras y se centra en pensar lo feliz que le hacen las galletitas con chispitas de chocolate a su novio, prosiguiendo a seguir la receta que tenía anotado en un papel.

Cuando ya tiene la masa de la galletita, la hoja de indicadores le dice que revuelva él mismo la masa con una cuchara pero debido a que estaba siendo muy aburrido para él, conecta y enciende su batidora y revuelve la masa girando manualmente la batidora alrededor del tazón blanco.

Su mano ligeramente se mueve erróneamente y termina golpeando la superficie de porcelana de aquel blanco tazón, logrando que se partiese en dos por lo frágil que era y debido a que estaba haciendo girar las varillas de hierro con demasiada rapidez, la masa de la galletita que aún -por suerte- no contenía chispitas de chocolate cayó directamente al suelo haciendo que Allen suspirase por su idiotez.

- A Yohan no le gustará unas galletas con sabor a suelo, aunque el mío está bastante limpio. -Murmura sin despegar su mirada del suelo, notando que la madera clara de este brillaba como nunca.

Se inclina y recoge la masa, poniéndola en la mesa para luego meterla en acetato transparente y dejarla sobre su mesa.

Luego de pasar por su habitación para tomar su billetera, va al salón y toma las llaves de su apartamento prosiguiendo a ponerse sus crocs de color azul marino para salir de aquel edificio en busca de la tienda de conveniencia que había sido instalada unos meses atrás, cerrado con llave su hogar para prevenir accidentes, claro está.

Sunrise se hace notar con un llamativo logo de un solecito con gafas, para luego mostrar por debajo de sí su tienda con dos ventanas de cristal que llegaban hasta el piso.

Era la primera vez de Allen allí y como no sabe qué hallará dentro se detiene un rato para buscar una supermercado cerca de su apartamento. Hace un lindo puchero cuando ubica un supermercado a 5 kilómetros de su hogar.

Finalmente opta por entrar al lugar y ver si realmente hay tazones allí, o simplemente es para vender dulces, frituras y esas cosas.

- Bienvenido a Sunrise. -Habla cordial un chico rubio detrás del mostrador, Allen lo mira y inclina levemente su cabeza para no dejarlo sin saludo.

Aquel chico rubio lo sigue con la mirada pero es distraído por otro cliente que entra al lugar.

- ¿Pero qué se supone que es esto?. -Cuestiona Allen luego de entrar a un pasillo y ver que en una zona pequeña habían medias, ropas interiores y medias largas.

- ¿Qué buscas eh?. -Pregunta alguien atrás de él y su cuerpo reacciona pegando un brinco por el susto.

- Pero qué... -Murmuró luego de girarse para ver a el chico rubio de antes invadiendo su espacio personal.

- ¿Qué buscas?. -Pregunta de nuevo sonriéndole ampliamente a Allen.

- Tazones. -Habla directo intentando no contagiarse con la sonrisa pegadiza de aquel alto chico.

##ᴄᴏᴏᴋɪᴇ ᴊᴀʀ¡! ˎˊ - "Sellen✓".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora