Noche

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-Felicidades General - felicitó muy sonriente la Teniente Hawkeye - Sé que se lo han dicho toda la noche, pero ahora sus posibilidades de ser el próximo Führer incrementaron - gira su rostro para verlo a la cara y observa lentamente cada detalle de su rostro desde su barbilla varonil, hasta las pequeñas arrugas que se divisaban debajo de sus ojos.

Suelta una pequeña risa al percatarse de la atención que le brindaba a su General, lo cual era un poco impropio en ella.

- ¿Sucede algo Teniente? - le preguntó mirándola por unos segundos.

Segundos que fueron la mejor excusa para volver a contemplar la hermosura de su rostro, Roy Mustang quería volver a verla sobre todo porque esa noche ella resaltaba más que cualquiera, la teniente llevaba puesto un vestido color rojo escarlata.

Ambos traían puestos vestimentas muy elegantes ya que las habían usado para una cena muy importante con los altos mandos de Amestris para decidir quién sería el nuevo sucesor del actual Führer Grumman y el General Mustang la eligió como su acompañante en la velada.

-Nada general, solo que aún no acostumbro a verlo con bigote - comentó mirando por la ventana del vehículo escapando de aquellos profundos ojos negros que la observaban.

- ¿Me queda mal? - se preguntó a sí mismo el azabache tocándose el bigote.

Mientras el vehículo en el que iban llegaban a su primer destino, él no podía evitar dejar de mirarla aunque sea de reojo y revisar cada detalle de su fino rostro algo bronceado, el color de su labial que hacía juego con el color de su sedoso vestido, todo lo que ella utilizaba le quedaba muy bien.

Prosiguió bajando su mirada por el cuerpo de la Teniente comenzando por sus hombros cubiertos por la chaqueta que él decidió darle cuando la velada había terminado.

Entonces recordó de manera inconsciente que debajo de aquella tela se escondían sus poderosas curvas lo cual lo llevó a recordar la primera y única vez en que ambos estuvieron juntos en intimidad, sacudió su cabeza en un intento fallido de olvidar sus pensamientos.

Apoyó su cabeza sobre el vidrio observando las luces de las calles mientras se lamentaba en silencio cuando aquellos momentos iban volviendo otra vez a su mente, sintiéndose culpable en el acto ya que habían decidido eliminar lo que sucedió esa noche.


*****10 años atrás *****


-No puedo más - dijo Riza dejando su tercera botella de cerveza sobre la mesa - En mi mente aún siguen los rostros de aquellas personas - levantó sus manos las cuales comenzaron a temblar - Soy una asesina - miró horrorizada sus dedos - Yo les disparé a personas inocentes.

-Yo los hice cenizas - le respondió Roy levantándose de la mesa - Su padre no me enseñó alquimia para usarla de esta manera - camina hacia la ventana de aquella pequeña habitación - ¿Por qué debemos ser los perros del ejército? - Golpea la pared con furia en un inútil intento de desatar su furia - Lo que hicimos hace un año no tiene perdón - mira las silenciosas calles de Amestris -Maldición...

-Ahora yo... - la rubia metió sus dedos entre sus cabellos y tomó su cabeza entre sus manos desesperada - No sé qué haré, desde hace tiempo no puedo dormir... todas las noches suelo ver sus expresiones de terror una y otra vez - su voz comienza a temblar al recordar a las personas que asesinó - ¿Mi padre me perdonaría al ver todo lo que hice? - golpea levemente su frente contra la mesa escuchando los disparos que realizó en el pasado retumbar en su oídos - No, seguro que no - se cubre los oídos aterrada.

- No teníamos otra opción - dijo intentando calmarla - Nosotros sólo seguimos órdenes - voltea a verla - No podíamos hacer más.

- Pero hicimos lo correcto ¿Verdad Mayor? - le pregunta mientras se sirve más cerveza - Era por el bien de Amestris.

Consuelo - RoyaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora