Mi nombre es Kira Smith, vivo en una gran ciudad cerca de un bosque por el cual nadie quiere pasar. Mi madre es rica, bueno mi padrastro lo es, no se quien es mi verdadero padre. Mi madre dice que mi gran altura la he sacado de él, pero hay un problema... siempre que se acuerda de él me trata mal, muy mal...
- ¡Kira, ve a limpiar toda la casa! y si queda algo sucio ya sabes que toca. Dijo jorge el novio de mi madre.
- ¿Por qué? ¿Para eso no está Tamara?
- No, ya no, la he despedido para que limpies tú y ahorrar dinero.- Su comentario hizo que me irviera la sangre.
- Pues yo no pienso limpiar nada. - Dije enfadada.
- Niña estúpida, mal criada, ¡no sabes hacer nada! ¡solo eres un juguete roto! -Me empezaron a gritar.
Enfadada me fui hacia el bosque y grite:
- SLENDERMAN. Como me encantaría conocerte...- Caminé sin rumbo durante un rato, pero si no volvía, mi madre tomaría represalias peores contra mí.
Regrese a casa y escuche a mi madre decir:
- Kira, ¿A donde has ido?
- Al bosque mamá.
- Elisa, no gastes tu voz regañando a esta niñata estupida no vale la pena. - Dijo Jorge.
La rabia empezó a fluir en mi interior y unos especie de tentaculos salieron de mí, aquellas cosas hacían mi espalda arder jodidamente, pero sin poder controlarlos, fueron directos hacia ellos, atravesándolos hasta matarlos.
Aterrada, vi mi reflejo en la ventana, estaba completamente blanca, sin cara... No pude hacer nada... Solo huí al bosque.
A la mañana siguiente volví a la ciudad para desayunar, entre a una tienda y compre unos bollos rellenos con chocolate, amaba esos pequeños bollos con toda mi alma, pero me sorprendía seguir teniendo hambre después de lo que ocurrió el día anterior.
Me senté en un banco de un parque y me fui comiendo los bollos mientras obserbaba a los niños. Sentí un impulso hacia ellos, los tentaculos aparecieron y mi cara volvió a desaparecer, no podia controlarme, agarré a uno de los niños mientras escuchaba los gritos de la gente. De repente aparecí en el bosque, el niño estaba muerto y yo parecía haber vuelto a la normalidad. Pensé por un momento en aquellas madres gritando. Pero esas caras asustadas por mí... me gustaban, me... Emocionaban.- ¿En qué me he convertido? jajaja. Dije riendo y a la vez llorando.
- ¿Qué he hecho...?- Me dejé caer al suelo, tapando mi rostro con las manos, creí estar volviéndome loca y que todo eso era tan solo un sueño... Debía parecerme horrible pero... Me sentía libre.
-Debo descubrir la verdad...
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KIRA THE NIGHT. LA HIJA DE SLENDERMAN (EN EDICIÓN)
RandomEn edición porque hace años que dejé esta historia