Capitulo 15: Reencuentro (2)

366 32 3
                                    

Ambas parecían estar viendo a un fantasma. Chariot estaba intentando comprender lo que sucedía.

- No puedo creerlo.- La de cabello rojo sonrió y abrazó con fuerza a Anne.

Akko vio el rostro de esta. Se veía completamente confundida. Como si algo no encajara en lo que Chariot acababa de hacer. Pero de un segundo al otro, su expresión cambió a una mucho más feliz.

- Sé que te recomendé para cuando necesiten un reemplazo, pero aún así no esperaba verte.

- Je, me alegro de que estés bien.- Anne correspondió el abrazo con una sonrisa.- Pero, ¿qué haces aquí? Deberías estar en la enfermería.- Su felicidad se transformó en preocupación.

- Sí, lo sé, sólo déjame hacer algo y volveré.- Chariot entró a la habitación, caminando con dificultad.

- ¿E-estás segura? Yo puedo llevarte a la enfer...

- Dije que debo hacer algo.- Respondió, con una expresión mucho más seria.

Anne se quedó en silencio y dejó que avanzara. Se dio la vuelta y se encontró con Akko, quien la veía fijo. En cuanto ella se percató de cómo la estaba observando, desvió su mirada.

- ¿Qué te sucedió en el brazo?- La mujer se inclinó para poder estar a su altura.

Akko ya se había olvidado de el hecho de que Kimura le había dislocado el hombro. Todo el dolor que había desaparecido por la adrenalina volvió en un segundo.

Estaba a punto de gritar, pero Anne le tapó la boca y sacó su varita de su bolsillo. La acercó a su brazo y comenzó a curarla con rapidez.

Chariot se sentó frente a su escritorio para tomar un respiro. Miró a las otras dos, llevándose una sorpresa por lo hábil que era su reemplazo.

- Nunca vi a nadie usar el hechizo de curación con tanta eficacia.

- Oh, bueno, desde que nos graduamos estuve practicando bastante.- Dijo mientras el hombro terminaba de reacomodarse.

- ¿Cómo te ha ido desde entonces? No hemos hablado desde nuestro último día como estudiantes.

- Bien, supongo. Estuve viajando de aquí para allá, intentando descubrir más sobre la magia y los usos que se le puede dar a esta. En el camino estuve perfeccionando los hechizos más básicos.- Anne removió la varita luego de curar completamente el hombro de Akko.

- Muchas gracias, Anne.- La estudiante comenzó a mover su brazo con normalidad, sin mirar a los ojos a la mujer.

- Akko, ¿puedes darme tu varita?- Preguntó Chariot.

- Oye, debes estar agotada, ¿por qué no vuelves a tu habitación? Te la devolveremos por la mañana.- Anne extendió su mano, esperando recibir la varita.

Akko retrocedió un paso al instante. Fue un movimiento casi automático. Esto dejó a las dos maestras sin saber qué decir.

Entonces la menor se dio cuenta de cómo actuó. Por la reacción de Chariot era obvio que era la misma mujer que ella recomendó como su reemplazo.

- Prefiero quedarme, si no es molestia.

Aún así, no podía evitar desconfiar de ella y sentirse obligada a estar junto a Chariot.

- Akko, no hay problema. Anne tiene razón, debes estar agotada.- La de cabello rojo le sonrió, intentando transmitirle seguridad.

Lo dudó por un momento, pero decidió seguir su consejo y dejar el lugar.

Ignoró a Anne, que aún esperaba que le entregue la varita, y se la dio a Chariot, para luego irse sin decir nada.

- Vaya, es difícil lidiar con esa niña.- Dijo mientras la veía irse.- Por cierto, ¿para qué necesitas su varita?

- Supongo que ya sabes para qué.- Ahora Chariot la miraba con una expresión mucho más seria.

- ¿Eh? ¿A qué te refieres?

- Tú no eres Anne.

Esta no respondió. Se quedó shockeada con esta respuesta. El tiempo pareció detenerse, ya que ninguna quitaba la vista de los ojos de la contraria.

- Yo recuerdo casi todo sobre la verdadera Anne. No actúas mal, pero es obvio que eres otra persona.- Chariot sostenía su varita dentro de su bolsillo.

- Vaya, esto podría haber salido mejor.- La mujer suspiró luego de decir esto.

- ¿Quién eres?

- Puedes seguir llamándome Anne. Ese es el nombre que usaré, al menos hasta que termine mi misión.- Explicó mientras acomodaba sus guantes negros.

- ¿Misión?

- No tiene sentido explicarte. Prefiero ahorrarme las palabras.- Dijo y cerró la puerta detrás de ella.

- ¿Qué hiciste con la verdadera Anne?- Chariot estaba asustada de la respuesta.

- La asesiné.

Chariot reaccionó al instante y sacó la varita de su bolsillo, apuntando directamente a la mujer.

- No te conviene atacarme. Puedo darme cuenta de que estás exhausta, así que cualquier hechizo que hagas apenas podrá afectarme y te dejará completamente indefensa.- Explicó, dejando a la maestra sin saber qué hacer.

Anne tenía razón. No tenía ninguna oportunidad contra ella. Sólo podía esperar a no ser asesinada.

- Últimamente estoy otorgándole clases especiales a Diana, ya que perdió la habilidad de hacer magia. Si no quieres que algo malo le suceda a ella o a cualquier otra de las estudiantes, deberías quedarte callada.- Anne sacó una caja de abajo del armario.

- No te atrevas... ellas no te hicieron nada.

- Pero estoy dispuesta a herirlas si tú perjudicas mi misión.- Abrió la caja y de ahí sacó una máscara negra y un saco del mismo color.

En un impulso de ira, Chariot disparó una descarga de magia en dirección a Anne. Esta movió su cabeza unos pocos centímetros, lo suficiente para que el hechizo impactara contra el armario y no contra ella.

La madera fue penetrada, dejando un gran hoyo en el armario. La de cabello rojo estaba a punto de desmayarse por el cansancio.

- Tú haz lo que tengas qué hacer. Yo volveré por la mañana. Para ese momento, quiero que hayas vuelto a la enfermería.- Anne se puso el saco, tapando el uniforme de la academia.- Si no lo haces, ya sabes lo que pasará.

Se puso la máscara y miró por última vez a Chariot antes de irse. Ella estaba sin palabras, su cerebro apenas podía procesar todo lo que acababa de suceder.

Con Kimura acechando la academia y esa mujer infiltrada como una maestra, nada bueno podía estar por venir.

Continuará...

Cuando Llueve (Akko x Lotte) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora