Bajotierra II

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Oscurecía

su paciencia se acababa

y ya había derramado su única lágrima.

Se despedía

le temblaba la garganta,

y no se permitía derramar otra lágrima.

Le sudaban los pies, latían sus manos.

Igualmente seguía, cavaba,

Quería enterrarlo.

Crujía el corazón, se aceleraba el pulso,

igualmente dolía, raspaba,

costaba superarlo.

Su noche más larga fue la noche

del amanecer que no empieza

Su noche más triste fue la noche

del reloj que no se entierra.

La fosa que creyó cavar

fue en verdad su fosa

fue en verdad su tumba

fue en verdad su cárcel.

Pero esa misma fosa

es ahora su amiga

es ahora su hogar

es ahora su altar.

No quedó otra alternativa

más que descubrir

que no la mató nadie

sino ella misma.

Y bajo tierra piensa – pensar no duele, por eso piensa.

Es cuestión de fe.

Fe en que puede mejorar.

La fosa se puede vaciar

su suerte puede cambiar.

Es cuestión de fe.

Y la fe siempre le llevó tiempo.

Asfixia / Poesía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora