Otra historia de ver universos

Fin del arco 1

En la sala unos estaban confudidos, otros dando sus pésame a Tamaki y las chicas estaban enternesidas, la razón fácil, por qué había traído a los futuros hijos de Tamaki y Nejire de 5 años y para rematar eran cuatrillizos peliazules , estos son los pequeños Ryosuke, Shun, Seto y la pequeña Sally, los chicos parecían minis Nejire y la niña era igualita de tímida que el padre

Mirko : ¿Estás chillando? - dijo víendo una Dragona que estaba lagrimiando

Ryuko : Sniff No, Bueno shi - dijo sacando más lágrimas al ver que su alumna que tiene hijos idénticos a ella si antes para la dragona con Nejire desde los 8 años  era un ataque mortal de colesterol, con 4 se nos va pero sin que ella se lo espere una peliazul chiquita se le acerco

Sally : ...A-abuelita R-ryuko ¿E-esta bi-bien? - dijo demasiada mente dulce tan decirse que Eri tenía una rival

Y después de esas palabras solo se oyó 2 golpes secos uno por la dragona y el otro por D.A

Yo : Carajo quien diría que el taco místico solo dura 49 caps su efecto antidesmallar de lolis - dije picando el cuerpo del Nazi

M-E-98 : (Carajo mientras no sea Canonica no afecta) - penso estable - Pobre ruso, le falta más Nico Nico ni

Izuku : Bueno...¿y que veremos?

Yo : Algo bonito, otra vez le gustará a las mujeres (prepárense)

Todos : Si!!!!/(ok)
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El siguiente One Shot es para entretener, no es mío aclaro para no tener pedos

Responsabilidad

Un nuevo día empezaba en Japón, el clima era templado y el cielo nublado, en una rustica y regular casa dormía tranquila y cómoda una joven pelinaranja, su cuarto totalmente regular y sin nada fuera de lo común. El sonido de su alarma sonó despertando casi de inmediato a la muchacha, sus ojos permanecían cerrados pero su cuerpo se movía por si solo a duras penas.

Con sonidos de pesadez y movimientos lentos e bobos fue como la joven se dirigió a su guardarropa.

Su distintivo cabello naranja fue atado en su clásico y favorito estilo de peinado, su pijama fue reemplazado por un short y polo holgado, luego de estar estirándose como muerta viviente y calentando en su sitio, Itsuka Kendo por fin abrió sus ojos de golpe. Patadas y golpes empezaron a ser lanzados de un lado para otro con fuerza y determinación, posturas de tai chi y largos minutos de mantener su propio peso termino con dejar exhausta a la muchacha.

Una fría ducha mientras su desayuno se cocinaba era todo lo que le restaba en su lista.

Ver las noticias locales e informarse de las mundiales por su celular mientras desayunaba parecería complicado incluso para los atareados secretarios peor pagados. Su uniforme planchado e impecable ya preparado desde anoche fue vestido en segundos por la joven, la reluciente y lista pelinaranja se vio una que otra vez en el enorme espejo de su habitación solo para asegurarse de que no haya algún desequilibrio en su balanceada anatomía.

Las ganas de querer quedarse a verse un poco más surgió como todos los pasados días de su vida... luego de inhalar y exhalar profundamente, el deseo se desvaneció parcialmente permitiéndole a Kendo el poder continuar con su rutina sin anomalías. Sin nada más que realizar en su casa, la muchacha tomo su mochila igual de lista que su uniforme e inicio marcha hacia la salida, la ausencia de sus padres era demasiado notoria… pero no perjudicial para su día a día.
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