El papá de mi novio [James Maslow y tú]

Un sexy "viejo calvo"

Narra Ethan

Y yo estaba ahí, esperando a ________.

Sinceramente me estaba empezando a aburrir. Siempre era lo mismo, a lo mejor se le olvidó como siempre pasa.

Enserio no era para nada sencillo ser su novio, cuando está conmigo ni se arregla, no es muy cariñosa. Yo la amaba, pero ya no sé que siento por ella. Me estoy empezando a fijar en otras mujeres. Y esos comportamientos no son normales en mí. Pero es que ya no es lo mismo.

Yo enserio la amo, pero es que ya no sé.

De pronto una voz me sacó de mis pensamientos.

-Y entonces, ¿nos vamos o te quedas ahí parado? ––era ________, y vaya que se veía hermosa, llevaba un vestido rojo, hasta la mitad del muslo, era strapple, llevaba unos tacones negros, y estaba maquillada de una manera muy sexy; llevaba en los labios un labial rojo pasión, rubor, polvo y algo de sombra, por lo que pude notar–– Ethan, vamonos.

-Oh sí, claro. ––dije abriéndole la puerta y ayudándola a montar al auto––.

El camino fue silencioso, pero yo no dejaba de mirarla, me hubiera gustado que se vistiera así siempre.

*****

Narra _________:

Me bajé con ayuda de Ethan que no dejaba de mirarme. De pronto me vestí muy bien. Demasiado. Ojalá tuvieramos algo de sexo, por primera vez, nunca teníamos nada. Lo máximo que tuvimos fue un toque toque de niños.

Ethan abrió la puerta, me senté en el comedor y esperé a que viniera el viejo verde con la comida.

De pronto un castaño de unos 35 años mal calculados trajo la comida. Miré a Ethan y éste me susurró "mi papá".

Ese cuento enserio no ne lo creía. Me vió y dejó caer la olla. Me miró recorriéndome con su mirada. Se detuvo en mis senos y se mordió el labio inferior. Agradecí a Dios por no tener pene, porque ya hubiera tenido una erección.

Vaya que estaba bueno. Demasiado, mucho. ¿Quién dijo bueno? ¡Estaba delicioso!

Desperté de mi sueño erótico con el papá de mi novio, porque el maldito Ethan abrió su bocota.

-¿Qué pasa, papá?

-No pasa nada, hijo, todo está bien.

-Vale, ¿necesitas algo? Ya sabes, del super.

-Pues, puedes traerme una botella de vino.

-Nena, ¿me acompañas?

-No, no me apetece caminar.

-Bueno, creo que demoraré una hora, así que esperenme.

-Claro, cariño.-dije sonriendo forzadamente-.

Ethan salió y cerró la puerta. Su padre se acercó a ella y la cerró con seguro desde adentro.

Se sentó a mi lado y me puso una mano en mi pierna derecha. Me tensé.

-Háblame de ti, nena.

-Bueno, pero, ¿qué quiere que le diga?-me levanté de la silla-.

-Sólo, háblame de ti. Quiero... Que nos conozcamos mejor. Y no me trates de usted, tratame de tú.-dijo parándose al frente mío-.

Vaya, gracias Dios por no darme un pene.