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Los ojos le pesaban, su cabello desordenado cubría su cara, la suave brisa que salía por la ventana entreabierta de el salón de clases despeinaba levemente su cabello.
Elizabeth no durmió bien, casi nunca dormía bien, el insomnio era presente todas las noches en ella y se quedaba hasta tarde con el teléfono, el cuarto a oscuras y con el seguro puesto, y proseguía a quitarlo cuando un poco de sueño la invadía.
La clase no era entretenida y Elizabeth no prestaba la atención que debería.
Su mirada perdida se posó en algo, o más bien en alguien.
Bakugou Katsuki, tenía una personalidad bastante explosiva y arrogante, pero pasaba algo raro, cuando Elizabeth está con él, parece que esa personalidad no es como se presenta ante los demás, es más agradable se podría decir.
Sus miradas de color rubí se juntaron por un rato, cada uno viéndose de reojo discretamente.
La clase transcurrió con normalidad, hasta que un tema salió e hizo que la atención de la azabache se pusiera al fin en la clase. El futuro.
Teníamos que decir que hacer con nuestro futuro, al fin y al cabo eran de tercer grado.
El rubio cenizo se levantó de su asiento y empezó a decir varias cosas que no eran muy agradables, así que se dispuso a terminar con esto.
Elizabeth parecía ser la criptonita de Bakugou, con solo una mirada logró calmarlo, no tuvo que usar su Kosei.
De pronto el profesor dio mención a que uno de sus compañeros, Izuku Midoriya, quería entrar a la mejor academia de héroes, la academia U.A.
Unas carcajadas por parte de sus compañeros sonó en el aula, haciendo que la sangre le hirviera.
La azabache comenzó con una leve carcajada que daba miedo, la risa de sus compañeros cesó y solo se escuchaba la de ella.
-Señorita Kamado, puede decirnos que es tan gracioso?- dijo el profesor con tono firme.
-Todos quieren ser héroes...-se levantó de el asiento- todos quieren ser heroes...Todos quieren ser heroes pero ninguno de ellos se lo merece.
Elizabeth se puso al frente de el asiento de el joven Midoriya, sonrojando a este y causándole una molestia a cierto rubio.
-La gente que se burla de los demás sin razón no merece ser un héroe.
