Capítulo 20

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Grandes y esponjosos pasteles rosa, celeste, amarillos y azules estaban dispuestos sobre el mostrador; el dulce aroma de los batidos con crema chantillí inundaban el lugar; las blancas paredes estaban decoradas de numerosos muffins, cupcakes y magdalenas dándole vida al lugar.

DoYoung se hallaba en una mesita para dos; hacia una hora había quedado con Johnny pero el castaño no daba señales de aparecer, se sentía mal por la amable camarera llamada Wendy que lo miraba con expresión de que debía retirarse si no iba a pedir nada pero no se atrevía a decírselo.

Cuando ya estaba a punto de salir y no seguir molestando a la camarera Johnny apareció; su cabello castaño claro había desaparecido para darle paso a un negro intenso que resaltaba sus hermosos ojos negros profundos y sus pómulos tan perfectamente marcados. Unos pantalones de cuero, converse, camiseta blanca y chaqueta de cuero lo vestían; se veía tan diferente pensó DoYoung su exterior cambiara la esencia de Johnny prevalecía.

–Viniste.

–Hola a ti también DoYoung, ha pasado… mucho tiempo.

DoYoung solamente asintió, Johnny tomo asiento y llamo a la camarera que gustosa fue a atenderlos inmediatamente; cuando tenían sus batidos y sus magdalenas frente a ellos Johnny habló.

–Te ves tan lindo todo embarazado. ¿De cuánto estas?

–De 8 meses. 

–Vaya pronto lo tendrás.

–Los tendré, son mellizos.

–JaeHyun, debe estar muy feliz.

–Sí, lo está.

El silencio que se extendió luego de eso fue sofocante para DoYoung, no podía creer que Johnny comiera su magdalena tan tranquilo y feliz mientras él estaba ahí retorciéndose en su asiento, pero en realidad el pelinegro lo había citado ahí por lo que él debía hablar.

–Johnny yo… lo siento.

El pelinegro lo miro con sorpresa para luego sonreír, termino de masticar para hablar.

–Yo ya lo sabía Doddie, era obvio para todos como mirabas a JaeHyun. Yo fui egoísta y quise tapar la verdad porque de verdad te amaba y no quería dejarte ir, pero sabía que tarde o temprano lo nuestro acabaría.

DoYoung comenzó a sollozar a lo que Johnny puso su silla junto al pelinegro acunándolo y limpiando sus lágrimas.

–Fui muy feliz mientras estuve contigo y de una forma u otra sabia que yéndome a Paris lo nuestro acabaría pero mi amor por ti era tan grande que podía hacer ese sacrificio, dejarte ir para que estuvieras con la persona que mas amabas y así fue y créeme DoYoung no me arrepiento.

–Johnny, yo si te amaba.

–Lo sé ángel, se que tu hermoso corazón me amaba también, nunca dude eso pero también sabia que nunca me amaría como a JaeHyun; así que por el bien de todos tome esa decisión porque sabía también que nunca terminarías conmigo.

–No, no lo hubiera hecho.

–Tienes un alma y corazón muy noble Dongs.

–Desde que te fuiste después de terminar he prendido una vela para ti, para que te fuera bien y encontraras el verdadero amor Johnny.

–¿De verdad?, tan lindo. Déjeme decirle Jung DoYoung que encontré a la mantequilla de mi pan y que eres el primero que lo sabe y lo conocerá.

–Me llamo Kim DoYoung.

–Apuesto lo que quieras a que pronto serás Jung DoYoung, conozco a JaeHyun y no tardara en poner un anillo en tu dedo anular, de hecho se ha tardado.

–Eso no me importa mucho, soy feliz con él y nuestros bebés así que no importa, no puedo pedir más.

–Créeme él lo hará.

DoYoung sonrió sonrojado

–Espera un momento dijiste que encontraste la mantequilla de tu pan ¿Quién es?

Johnny sonrió, un fuerte sonrojo se apodero de sus mejillas y DoYoung podía jurar que sus ojos brillaban tanto que lo podían deslumbrar.

–No tarda en llegar.

Cinco minutos después un chico con un curioso tono rojo en su cabello apareció en la cafetería; mucho más bajo que Johnny, rostro tierno y con ojos cafés almendrados de forma hermosa; se dirigía hacia ellos con una sonrisa en sus rosados labios.

Johnny se levanto y fue a su encuentro entrelazando sus manos, lo guio a su mesa y acerco una silla para él.

–DoYoung, este es Moon Taeil mi novio.

–Mucho gusto. –hablo Taeil.

–El placer es mío. –dijo DoYoung estrechando su mano.

Hablaron demasiado, de como Johnny conoció a TaeIl en su estadía en Paris, de cómo se resistió a él pero luego cedió y todo lo que habían pasado los últimos meses sin verse.

–Gracias, DoYoung. –dijo Taeil sosteniendo sus manos.

–¿Gracias?, ¿Por qué?

–De una forma u otra todo lo que pasó entre ustedes y que se separaran y todo eso me dio la oportunidad de ahora tener a Johnny. Debo decir que al principio te odie y creí que eras alguien muy estúpido para dejar ir a Johnny pero luego me arrepentí y te lo agradecí, sin eso no fuera ahora su novio.

DoYoung sonrió.

–No hay nada que agradecer. Está bien. Me hace muy feliz que Johnny tenga a alguien que lo ame infinitamente, al contrario te agradezco el que lucharas por él, que estuvieras junto a él en esos momentos difíciles y que lo ames como lo haces.

–Ustedes dos están siendo sumamente tiernos justo ahora saben. –dijo Johnny.

Los tres muchachos se echaron a reír fuertemente; terminaron sus meriendas, intercambiaron números, se hicieron invitaciones a sus casas y luego se despidieron.

DoYoung miro con una amplia sonrisa como se alejaban tomados fuertemente de las manos Johnny y Taeil, al fin había alcanzado su paz interna y de paso su felicidad, ver a Johnny tan radiante junto a Taeil quito la culpa que cargaba consigo.

Saco su celular y marco luego de un tono contestaron.

–Si dime.

DoYoung sonrió.

–¿Puedes venir por mi?

–Siempre bebé.

Si, DoYoung era muy feliz.






¡It's Taeil time!

VIVA EL JAEDO.

Perfect Disaster ---- JAEDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora