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-Después de todo si aceptaste la invitación.- el de cabellos violeta se sentó al lado del rubio, en aquella sala vacía donde nada más yacían ambos frente a la cálida estufa de la chimenea debido a que la noche era fría.

El de ojos grises rio suavemente bebiendo un poco del líquido de su copa para luego mirarlo sin perder el gesto en su rostro.

Debía admitir que aquella carta con una tarjeta de invitación lo sorprendió, mucho más porque él no había tenido el valor de hacer lo mismo...

- ¿Acaso no debía?-su mirada juguetona tentó a Shinsou de cierta forma, sobre todo porque no sabía cómo interpretar aquella expresión.

Shinsou negó suavemente, nunca espero que el rubio realmente se apareciera, de todos modos él había ofrecido su casa como hospedaje tan solo para el rubio, debido a que era su único invitado a parte de sus familiares.

-te envié la invitación porque realmente te estimo, pero por cómo eres creí que no aceptarías ni después de muerto.

-Ja! Hablas de mí como si fuese un maldito egoísta, me dueles Hito.

-Es porque eres un maldito egoísta. -dijo riendo siendo acompañado unos segundos después por la risa del rubio también.

-Touche.

-me inquietas.

- ¿disculpa? ¿Yo te inquieto?- rio en burla sin terminar de entender. - entonces para que me invitas?

-lo que digo es... no eres el tipo de persona que estaría tan tranquilo en esta situación.

- ¿ah no?-meció la copa suavemente mientras su mirada se perdía en aquel liquido rojo puro. Tal vez era cierto, al menos en aquel momento él no hubiese estado tan calmado, pero ahora era tan difícil recordar la manera en como todo se sentía antes. - se llama «Madurar» Hitoshi.

El nombrado frunció el ceño.

-Madurar eh...-murmuro más para sí mismo que cualquier cosa.

-asi que... se supone que hemos encontrado ambos al «Amor de nuestra vida.»-una risa salió de lo profundo de su garganta. Una risa casi muerta...

Hitoshi ignoro aquello tanto como ignoro haber notado la falsedad en cada una de aquellas palabras.

-Asi es como debía suceder, después de todo. -ya ambos conocían la historia, era lo mejor que pudo haber ocurrido y han tenido la suerte de que aquella comodidad entre ambos se haya recuperado nuevamente.

Ahora todo está bien justo como esta.

Después de todos aquellos abrumadores y absorbentes obstáculos...

-Es bueno...-por la mirada de Shinsou Neito comprendió su confusión ante sus palabras. Le regalo una sonrisa dulce, de aquellas que eran tan intimas en el pasado, que solo el ojeroso conocía- Me alegro de verte con alguien mas...

Esas palabras calaron hasta lo más profundo de Hitoshi, haciendo temblar su cuerpo y alborotar aquellos sentimientos que habían sido enterrados en lo más profundo de él. Aquellos mismos que creyó haber podido desechar hace tanto tiempo en aquella dura y fría noche, porque quizás el odio y el rencor hacia el rubio logro cegarlo tanto durante ese periodo.

Pero ahora tan milagrosamente se llevaban bien, alegando haber madurado lo suficiente como para dejar el pasado en el olvido y enfocarse en sus nuevas vidas, en las nuevas personas que ocupaban un lugar a su lado. Diciendo que podían llegar y hablar como dos adultos cuando ninguno de los dos era más que aquel adolecente asustado y con poca experiencia sobre lo que era amar... seguían siendo aquellos que quisieron dejar atrás e intentar avanzar pero solo habían logrado crear a alguien más que no eran ellos, quizá fue el hecho de volver a verse luego de aquel verano tan de ensueño donde todo empezó a desmoronarse y el desastre fue hecho... quizá se debió a verle el rostro de frente y revivir todos sus recuerdos como algo real a pesar de habérselo negado una y otra vez mientras besaba los labios de alguien más y por ello... ahora besaba sus labios, aquellos que realmente siempre quiso recuperar y besar tanto hasta que ya no le quedara una gota de aliento y sus propios labios sangraran.

•C O O L.• [×ShinMono×]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora