¡Reencarnado en Harry Potter! ... Llámenme Baldur

Prólogo

Fue... Demasiado raro... Digo, no suelo beber mucho... Por no decir nunca... Por lo que fue la primera vez que experimenté tal cosa, y ni siquiera sabía si era algo normal o no.

¿Qué opinas? En un momento estaba con mis amigos en una habitación celebrando nuestra graduación... Y al siguiente simplemente todo desapareció.

Fue como si pescaran mi estómago, y cuando abrí los ojos estaba en una habitación extremadamente pequeña.

Me levanté desconcertado buscando un rostro conocido, y luego de cinco minutos de no encontrarlo, me levanté a buscar un camino conocido.

Abrí la puerta dándome cuenta que definitivamente... Estaba muy mal.

Tardé cinco minutos en girar la perilla de la puerta... Estúpido, pero bebí demasiado para mí primera vez ¡Aunque no me pueden culpar! Digo, sí, lo admito, soy algo enano pero ¡A ver! ¡Practiqué boxeo desde los doce hasta los diecisiete años, por Dios! Sin mencionar que no soy flaco ¡Es lógico pensar que puedo beber mucho!

Mis pensamientos fueron cortados por un niño... Gordo... Muy, muy, muy gordo...

El puerco se estampó contra mí, claramente lo hizo a propósito.

No debería prestarle atención, normalmente no lo haría... Pero el estado de ebriedad extremadamente exagerado no estaba de acuerdo en absoluto.

Lo ignoré, tanto al empujón como a mi estado de ebriedad. Simplemente intenté ponerme de pie y salir de ahí sin decir una palabra, pero entonces otro empujón seguido de insultos.

Ni siquiera entendí los insultos ¡Ni siquiera reconocía al maldito cerdo! Pero ahí simplemente perdí el control de mi cuerpo.

No sé cómo, pero en un parpadeo estaba sentado tan cómodamente en el pecho del gordo...

Veía mis brazos ir y venir, mis nudillos literalmente sangrando por los fuertes golpes que le daba al mocoso con una precisión exagerada para alguien que apenas puede abrir una puerta.

Al cabo de un minuto me di cuenta de que... Mis brazos eran... Pequeños, y me detuve un momento para verlos mejor... Momento que el niño aprovechó para gritar.

Llegó una mujer de cuello largo al pasillo, yo me veía mi cuerpo con burla, claramente atribuyendo mi tamaño al alcohol.

La mujer aprovechó mi distracción para correr a mi, y apenas ella me alcanzó se inclinó y me dio una bofetada... La muy perra.

Di un puñetazo en su rodilla haciendo que caiga, y de la nada apareció una curiosidad por su cuello, así que envolví mis manos alrededor de la extremidad mientras reía con diversión...

¡¿Qué?! ¡Estaba ebrio y su cuello era anatómicamente imposible!

Luego sus gritos se unieron a los gemidos adoloridos del niño, haciendo que un tercero entre.

Este era gordo, y lucía una cara roja... ¿Qué más puedo decir? Es todo lo que me importaba en ese momento.

El hombre también gritó cosas que no entendí mientras caminaba a mi con intenciones obviamente agresivas.

Al menos uno sí me va a divertir.

O eso pensé.

Cuando el hombre se acercó yo recibí el primer golpe, riendo con burla por el hormigueo que causó el golpe de un "Hombre" Exageradamente gordo.

Sonreí con burla antes de esquivar un golpe del hombre, y el golpe que le dio al suelo seguido de los maullidos de dolor de la marica... ¡Simplemente no pude parar de reír mientras me subí en su pecho y empecé a golpearlo con mis manitas!