Mi pasado me persigue (versión antigua fanfic)

Casa Jauregui

Narra Camila C.

Una vida no se define de los pequeños momento felices, sino de la duración de estos y la manera en que disfrutas de ellos. Estos para mi eran esos momentos felices sentí el peso de los niño al subirse encima de la gran cama matrimonial que compartía con mi esposo, era una mañana perfecta si eso sucedía. Escuche las voces de mis retoños.

-¡Vamos chicos!-alegaba mi pequeña hija Alisson animando a sus hermanos de utilizar mi cama como si se tratase de un castillo inflable mientras reían.

-Niños-musité riendo. Estos continúan saltando encima de la cama y se ríen a carcajadas.

-¡Mamá, Mami levántense!- le dijo Leam con un tono de urgencia en su voz.

Mientras se reían a carcajadas Mael tomando su cabello hacia atrás el cual estaba largo amarrado en una coleta atrás, pero despeinado a raíz que se acaban de levantar, se lo agarraba para evitar que interfiera con su risa.

-¡Chicos dejen a su mamá dormir!-le expresé en un susurro sin poder aguantar las carcajada que me invadían. Sentí que mi esposa dio vueltas en la cama hasta abrir los ojos viéndonos.

-¡Ya me despertaron!-les dijo bostezando.

-Vengan aquí, pequeños monstruos!- les vociferó en alta voz tratando de tomar los tres pequeños que corrían de ellos. Logró tomarlo a los tres acostándolo en nuestra gran cama matrimonial empezando hacerles cosquillas.

Sentía la risa de mis hijos el "ya detente mamá".

-No mamá, no más-le pidió Alisson mientras reía hasta agotar su hilo de voz.

-¡Vamos atacar a Mami ahora!- les propuso a todo pulmón mi esposa, tenía el cabello deshecho cargaba su pijama de cuatro azul su sonrisa era espléndida. Todo una Diosa griega

-¡Ay no!-le contestaba histérica tratando de evitarlos las cosquillas no eran mis favoritas. Mi plan de evitarlo fue imposible porque mi divina esposa me atrapó para evitar que escapara de mis hijos que en este momento eran mis torturadores de cosquillas.

Lauren me tomo de las muñecas leve ayudo a que me hicieran cosquillas. No pude evitar reír con todas mis fuerzas tenía miedo a que los niños se asustaran con mi risa, mi risa era como una madre desquiciada o más bien una foca en proceso epiléptico.

-¡Ya por favor!

Decía rogando más bien para que se detuvieran de hacerme cosquillas. Los chicos reían mucho pero logré que se detuvieran.

-¡Estoy hambriento!-nos comentó Mael mirándonos a ambos, éramos sus figuras.

-¡Yo también mamá!-Musitó Alisson mientras me observaba.

Teníamos un tema en casa los gritos se usaban para dos cosas peligro o risas. Observé a mi esposa Lauren era la clásica madre cariñosa pero súper autoritaria y estricta no solo con nuestros hijos también a mi me tocaba esos cambios de humor creo que tiene que ver con su profesión; era más común que mi esposa regañe a nuestros hijos que yo lo hiciera.

-Vamos a ir a la sala de estar seguro Normita ya hizo de desayunar.

-Primero a lavarse los dientes.

Vi a los chicos salir de la recámara corriendo a lavarse los dientes para bajar con su madre a desayunar. Voltee vi una fotografía en la mesa de noche allí estábamos los niños, mi esposa y yo. En nuestras últimas vacaciones a Jamaica no podía negar lo feliz que me hacía mi familia.

Era lo mejor que me había pasado en todos los años que tengo de vida. No puedo creer lo feliz que me han hecho nunca imagine tener todo lo que hoy tengo no refería de lo económico; hablo del amor. Teníamos cuatro hijos Alex que a pesar de no cargarla en mi vientre y que genéticamente ser era mi hermana. Lauren y yo la hemos criado y educado con todo el amor posible.