Gracias ; Trueno

Capítulo 17; Te vere sufrir

10 de Febrero, 2020
Buenos Aires, Argentina

La situación es bastante incómoda, la wuacha que estaba detrás de él se fue a los minutos de sentir el ambiente tenso entre ambos. Mateo no pronunciaba ni una palabra, parecía sorprendido de verme

— Necesito mis cosas —dije firme aun parada en la puerta, vi como paso su mano por su rostro en señal de cansancio—   Pasa un mo.. —quería soltar una risa pero me contuve y negué—  Solo vengo por mis cosas —el suspiro y trato de acercarse pero me aleje dando un paso hacía atrás

— ¿Es que no entendes? Necesito mis cosas no quiero mas nada —el levanto las manos por diciendo "tranquila" y la verdad solo quería dejarla la cara rota

Vi como el se adentró al departamento mientras que yo quería llorar, a los segundos salió con mis dos maletas y por último mi teléfono pero cuando lo iba a tomar me jalo del brazo llevando mi cuerpo hacia adentro

— ¿Que mierda te pasa pelotudo? —dije mientras trataba de sepárame pero el no me soltaba— Tenemos que hablar —no pude evitarlo me reí en su cara

—Vos y yo no tenemos nada de que hablar —dije cerca de su rostro y de un movimiento brusco me separé rápidamente— ¿Que queres decirme? Que todo fue mentira y que me queres de verdad —sus mirada era fría y me atravesaban como dos dagas— O ¿me queres lo asqueroso que fue garchar conmigo? —sus expresión era de asombro

— Lo que se inventó la "Virgen" cierto —solté con rabia— Lo asqueado que te sentiste porque sangre —por dentro me rompía cada vez más pero tenía tanta furia dentro de mi misma— lo difícil que fue porque era gorda —golpee su pecho con mi mano derecha

Y no hizo nada

Me giré dándole la espalda para tomar un poco de aire— O como me grabaste —al girar de nuevo hacia el se encontraba mirando hacia otro lado

Tal vez tenía vergüenza, pero en realidad no me importaba

Solo quería que sufriera y me sentía mal por sentir esto por que lo amaba

— Decimelo  en la cara —dije esta vez más cerca de él— Si te dan los huevos —termine susurrando con furia y como en lo esperaba no dijo una sola palabra

Todo un cagon 

— Eso pensé —susurre para tomar mi maleta

— Sabes que... Un día tendrás una hija Mateo o una hermana y juro te veré sufrir así como yo lo hice por vos —dije firme mirándolo— Vas a sentir el dolor que ver a una mujer con el corazón roto —al terminar de decir todo salir con todas mis cosas

Estaba hecha pedazos pero una vez más tenía que volver a levantarme, de eso se trataba la vida de sufrir para volver a sanar

Pero esta vez sentía no volver a ser la misma

Tome el primero taxi que encontré y me fue directo a casa. Gracias al universo que no había tomado ni una foto de ese maldito viaje

Al llegar a la casa todos seguía en las mismas de antes. No tenía ánimos de nada así que fui a mi pieza para comenzar duchar, siempre que está decaída me daba una ducha larga eso por algo razón que hacía sentir mejor

Me adentro a la tina que tenía en mi habitación para relajarme pero las lagrimas comenzaron a salir, el llanto era imparable y no sabía que hacer pero tenía que sacar todo esto que llevaba por dentro. Mi teléfono sonó y lo tome sin saber quién era

— Mía ¿Donde anda voz m? ¿Por que contestaba? Cuando te vea te voy.. —no la dejé terminarla por que solté un jipido de llanto— Mami ¿sos vos? —susurró con la voz echa mierda, quería estar en sus brazos como cuando era un pendeja de cinco años

— ¿Que sucede? —su tono de voz cambio y se podía detectar la preocupación en ella— ¿Puedo ir a casa? —susurró saliendo de la bañera

Tal vez un tiempo allá me ayude

— Cuando vos queres gatita —suspire con un poco de alivio

Al día siguiente...

Tome mi mochila y vi mi pasaje para Rosario. Partía dentro de una hora y estaba desayunando con todos— No quería que te vallas por mucho tiempo —susurró chodis, estaba entra sus brazos

— Tranqui es solo para descansar —susurre devuelta— Juro que le voy a caer a piñas —sonríe un poco

— No es necesario, el las pagará una por una —el negó con una sonrisa y me separa un poco

Si no me iba ahorita no llegaba

Me termine de despedir de todos y salí hacia mi destino. Tenía mucha ganas de llegar a Rosario, era mi casa y nunca se sentía igual de bien que en ella

Además me ayudaría a sanar, sentía tanta rabia hacia el que quería perdonarlo. No es sano para nadie sentir tanto odio al final yo sufría y el con sus gatas en todos los boliches

Al estar en el bondi les avise a todo que ya salió y me mandaron sus mejores vibras. Posta amaba a todos estos pibes, se habían vuelto mi familia en tan poco tiempo

Me acomode en mi asiento y no necesito más de cinco minutos para poder dormirme. Al estar en Rosario tome otro bondi para poder llegar a mi casa

No pude evitar sonreí al ver todo mi cuidad, era hermosa

Entre a mi casa con cuidado a mi casa y como siempre encontré a mi vieja en la cocina puteando. Reí un poco haciendo ruido lo que causó que se girara, su cara de sorpresa era alucinante y corrió hacia mi como una pendeja

— La concha de la Lora, llego mi hija —me carcajeé mientras me sonrojaba mientras que ella me llenaba de besos— No grites loca —susurre con delicadeza

— Vos te sentas y me decís donde andabas —mis ojos se humedecieron un poco, esto se había vuelto una fibra bastante delicada

— Mama-a yo lo hice —dije con las vos temblorosa— Yo decidí amar —con una sonrisa en mis labios termine de hablar— Pero me dejado rota y no quiero volver a sentir así en toda mi vida —me desplome entre lagrimas y ella me abrazo

— Estoy aquí con vos —susurraba mientras daba besos sobre lo cabeza y por fin me sentía protegida

— Llora todo lo que quieras amor, tenes que sacar todo estos —y no me detuve, creo que duré así alrededor de una hora hasta que me pude calmar un poco

Y poco a poco me fui quedando dormida entre sus brazos

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