Desperté segado por la amarillenta luz que chocaba contra mis cara, abrí lentamente mis ojos ladeando mi cabeza para evitar aquella iluminación. Después de unos minutos por fin me acostumbré, encontrando así su origen, una ventana, que no obsequiaba nada más que una bella vista, unos cuantos edificios, gente caminando, carros, aves, solo lo normal.
Llevaba ya mucho tiempo dentro de esa habitación, me encontraba tumbado sobre la cama, su colchón no era de lo más fino, pero era cómodo, a mis costados se encontraban dos mesitas de noche, en la de la derecha descansaba un florero con unos tulipanes frescos de color rojo bermellón, mientras que a mi lado izquierdo se encontraba un teléfono de cable, un par de libros, cuadernos y cartas.
No me encontraba en un hospital, si no más bien dentro de la casa de mi madre, hacía años que no venía a visitarla y como pasaba por la ciudad me pareció una gran oportunidad para reunirnos. El cuarto seguía idéntico a como lo había dejado, claro a excepción del florero, ese fue un pequeño toque de mi madre. El color azul de las paredes había perdido su densa tonalidad pareciendo ahora un casi blanco, aunque algo extraño.
Había olvidado aquel olor que la casa poseía, supongo que mi partida fue tan repentina que ni siquiera tuve tiempo de extrañar lo que tenía aquí, como es costumbre los humanos somos tan ignorantes que difícilmente extrañamos, en realidad lo único que hacemos es "aprender a vivir sin", acostumbrarse, no cabe duda que es un hábito horrible.
Pero que abrumador, escribir esto en un diario me parece simplemente una tontería, no se supone que los chicos hagamos esto, bueno ya basta de tonterías....por donde empiezo, quizás por el principio....hay dios mío, bueno....Querido diario, ¡esto es absurdo!....Bueno ya, me llamo Elio Durand, si mal no recuerdo soy hombre y empresario, la verdad no es nada interesante, solo es dirigir una empresa, patrocinadores, acuerdos, contratos.
Creo que es mas aburrido que interesante, aclarando, esta fue una idea de mi "doc", dice que es muy bueno para liberar el estrés y esa cosas, la verdad dudo mucho que ayude, pero no pierdo nada con intentarlo y también quiero aclarar que no estoy loco, solo es esa etapa en la vida en la que sientes que todo es aburrido y haces las cosas una y otra vez, como si fuera un bucle de tiempo.
Dirigir una empresa puede que suene presumido o extravagante, pero la verdad es que parece el trabajo más tedioso del mundo y para terminar de rematar hace varios meses que me siento como perdido, vacío, puesto que he perdido algo importante, pero como dije, el ser humano solo se conforma con vivir sin, así que aqui estoy, esperando que una bella dama derrita este hielo incrustado en mi corazón, tal como los rayos del sol sobre....!No¡, Que rayos, eso sonó muy poético.
Cambiando el tema en unas horas tendré una reunión, cuando llegue me darán todos los detalles de la reunión, los patrocinadores, las acciones, cada detalle, después de todo para eso contrate a mis asistentes pero en estos momentos realmente me arrepiento de no haber comido ese sándwich que mi madre me había dejado sobre la mesa de la cocina, si lo hubiera tomado probablemente no estaría muerto de hambre entre una muchedumbre dentro de un vagón, la cual apenas lograba entender el concepto de "espacio personal".
Los minutos pasaban y seguía dentro de ese vagón que reducía su capacidad rápidamente para luego llenarla en un dos por tres. Pasados unos "ojalá hubiera comido" por fin llegue a mi estación, salí como pude de ese apretujado lugar revisando todas mis pertenencias, acomodé mi corbata y el cinto de mi maletín, levante la mirada para empezar a caminar con algo de prisa hacia la cafetería mas cercana.
Lamentablemente para mi la fila de salida del metro era tan larga como el cuerpo de un ciempiés, tardé aproximadamente media vuelta de reloj en salir de ahí, no era un imprevisto, frecuentemente salgo con una o dos horas de ventaja para la apertura de la empresa.
Después de un largo rato me encontraba sentado en una silla de piel color negro que tenia las almohadillas mas cómodas que jamás se habían hecho, sobre el escritorio se encontraba una computadora con un tamaño generoso, un botecito que contenía plumas, lápices, gomas y correctores, también sobre la mesa se podía deslumbrar un contrato recién impreso con una pluma a su costado derecho y claro, lo único que falta mencionar seria mi deliciosa dona con cubierta de chocolate y mi café.
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Miedo de amar o de amarte
RomanceElio y Lucía, son dos personas que tienen una vida completamente diferente, quizás lo único que los une es el ser humanos y su pasión, cansados de decepciones amorosas deciden centrarse exclusivamente en su trabajo. Elio es un empresario que necesi...