Him - YuMark (Adaptación)

Única Parte

Era tan guapo que no pude evitar enamorarme de él. Me enamoré tan perdidamente de su personalidad, que cuando se fue extrañé tanto sus extrañas sonrisas, era hermoso.

Su rostro tan cuidadosamente creado por los dioses, su cuerpo delicado y esbelto, y su cabello.

Yo amaba su preciosa maraña de rizos, yo lo amaba a él.

Pero él no me amaba a mi, sino a mi mejor amiga.

Me encantaba recitar las sílabas de su nombre elegantemente, y escribir cada uno de los caracteres como si de un código valioso se tratase.

Recuerdo cuando me abrazaba, me encantaba esconderme entre sus cabellos e inundar mis fosas nasales de su colonia.

Me encantaba besarlo, porque cuando se mezclaban nuestros alientos yo lo miraba a los ojos. Sus ojos cubiertos de una cortina de pestañas me transmitían paz.
Oh, Donghyuck y sus preciosos ojos de miel. Aquellos que me ocultaban un doloroso futuro sin él, aquellos que me lastimaron aquel frío día, en el que me di cuenta de que los finales felices no existen para personas como yo.

El día que me di cuenta de la cruda realidad que salía de los rosados labios que en el pasado fueron mi perdición, cuando aquel último beso en contra de mi voluntad me pareció repulsivo, doloroso y nauseabundo.

Se burlaron de mi, la adrenalina que recorrió mi cuerpo al darle un puñetazo en el rostro al que una vez fue mi primer amor, no se compara con la que siento ahora, escribiendo la carta por la que me recordarán.

Quiero aclarar que no hago esto porque me duela que las dos personas en las que confié me hayan traicionado, lo hago porque no quiero que mi corazón se llene de odio y sed de venganza.

Y no, no soy cobarde, porque no estoy huyendo. Me estoy librando.

Si soy un poco sincero, si duele demasiado haber descubierto su romance justamente ese día, ¿por qué quisieron decirlo?

Honestamente, hubiera preferido que se lo guardaran para siempre, de todas formas no iba volver a verlos.

Cuando me fui de la ciudad hacia Itaewon, creí que todo había terminado, pero no. Los recuerdos me invaden cada noche, es doloroso, es aún más doloroso desde que vinieron.

¿Por qué creen que yo quiero arreglar las cosas?
Lo único que quería era comenzar de nuevo, pero ahora no puedo. Quería no recordar lo que me hizo sufrir, por un momento lo conseguí.

Pero esos dos idiotas creyeron que yo deseaba verlos. No, para nada. En realidad quería tener una nueva vida, por su culpa todo se desmoronó.

Había un chico. No, hay un chico, es un ángel. Creo que me enamoré, de nuevo, yo estaba tan destruído y él lo notó.

Creí que a causa de él estaba recuperado,  mi corazón volvió a latir sanamente y comencé a ejercitarme, quería verme guapo para que se enamorara de mí.

No me importó cuando no me dijo su nombre verdadero, al responder con su apellido. Porque soñaba tan dulce y hermoso, como él.

Definitivamente me enamoré de Nakamoto, y fue un alivio.

Pero me cansé, el odio me invadió de repente, no sabía que me pasaba.

Solo sé que me desperté a la madrugada, busqué a Yuta y le dije todo. Todo lo que me angustiaba y que quería vengarme de esos hijos de puta.

Él huyó. No lo puedo culpar, y mucho menos puedo odiarlo, yo tampoco me quedaría con una persona tan miserable y con instintos suicidas.

Él no tuvo la culpa, maldición, lastimosamente lo sé. Y me dan ganas de disculparme por haberme enamorado, porque él se merece a alguien perfecto, y definitivamente yo no soy ese alguien.

Yo vivía comparándome con los demás. ansiaba todo el tiempo ser otra persona, miro hacía atrás y me doy cuenta de que además de querer ser perfecto, quería acabar con todo.

Y lo hice, los alejé a todos ustedes. Lo siento tanto, los amo y espero que me perdonen por haberlos lastimado.

No es culpa de los estúpidos sin corazón, y mucho menos de Yuta. Todo es mi culpa.

Espero que me perdonen y me recuerden. Gracias por todo.

- Mark Lee