Esperando, como siempre, algo que no llega.

El comienzo..

Todo empezó cuando mi mejor amiga me presentó a un chico con el que estaba hablando últimamente.
Me pareció un chico interesante y simpático, era bajito, de pelo castaño, ojos verdes y marrones, nada en especial que lo hiciese destacar pero a mi me llamaba la atención, aún así no tenia esperanzas a nada ya que a el le gustaba Mery, asique decidí que lo mejor iba a ser dejarlo pasar.
Conforme fueron pasando los días Mery y Abel hablaban día a día y algunas veces Abel me pedía consejo para que le ayudase con ella, ya que yo la conocia mejor, y sin duda me gustaba ayudarle ya que se le veía muy ilusionado con ella.
Pero como se suele decir el roce hace el cariño y después de tanto hablar con el uno de los dos se tenía que acabar enamorando de el otro, y en este caso no hablo de Mery y Abel sino de Abel y yo.
El durante ese tiempo no sabia lo que yo sentía por él y seguíamos hablando de Mery, cada vez que la mencionaba me dolía por dentro así que intentaba cambiar de tema.

Es viernes por la noche y Mery pasa la tarde conmigo.
-¿Con quien hablas?- Le pregunto
-Con Abel- Responde ella.
-¿Que tal te va con el?
-¿Irme de que? Sabes que no siento nada por el no insistas, simplemente me gusta reírme de su insistencia por estar conmigo.
-Algunas veces eres algo cruel, Mery...- Después de esto último decido volver a mi casa.
Me duele ver como deja pasar la oportunidad a de estar con una persona como el y aún me duele mas ver lo que ella hace con el, no sabe lo que daría yo porque me quisiera a mi, pero a pesar de todo prefiero mantenerme al margen.

Al llegar a casa miro mi movil y me encuentro un mensaje de Abel, me emociono bastante y me cuestiono si contarle o no lo que Mery me dijo, pero prefiero callármelo. Estuvimos hablando todo el día, yo a veces siento que le molesto de tanto hablarle pero me alegra el día al saber que esta ahí aunque solo sea como amigo.