Tú, mi querido, mi amor, oh que lindos ojos los tuyos.
Tu, encendiste una llama en mi quemando todo el dolor y lo convertiste en caricias del corazón.
Tu, tocaste mi piel y se desató un mar de sentimientos.
Tú, besaste mis labios haciendo que cada particula de mi se pusiera a temblar.
Tu me escuchaste con silencio, un silencio que amaba, tu cuerpo actuaba más no tus palabras.
Tus labios aún siguen humedos, después de tanto besarme el alma corazón...
Creaste en mi la ambición de querer leerte tocando tu piel mi amor, pues, tú cada día formas un capítulo nuevo.
Tú eres único, eres maravilloso, tanto que ningún poema cabe en la satisfacción de mi vocabulario.