Somos Nosotros.

Capitulo Uno: ¿Ella robo mi Coca-Cola?

Norman.

La vida es al igual que un juego, aunque; es el que juego más importante en el que participaras el resto de tu existencia. A veces me pregunto ¿Cómo se juega? ¿Cuáles son las reglas? ¿Cómo podremos ser el mejor jugador? Lastimosamente la vida no vino con un manual de instrucciones con la intención de saberlo, solo iniciamos y hacemos lo que se nos interponga en el camino.

Hay algunos que saben cómo sacar la mejor carta de este juego, mientras que otros, así como yo que no tienen ni mapa ni brújula para saber solucionar todos aquellos problemas que tienen encima.

Pero esta vez será diferente.

Mi tía Liz y yo nos mudamos este verano desde Nueva York a un pequeño pueblo al norte de Colorado, su nombre es Wonderside. Vivimos en una hermosa casa estilo victoriano, cuyos dueños y habitantes de este hogar son los Lovelace.

El grupo hogareño está conformado por Theresa Lovelace, su hermana mayor Megan Lovelace y sus sobrinos, Issac y Harlow. Los cuatro son una familia unida y acogedora, siempre nos tratan a nosotros dos como si también perteneciéramos a su árbol genealógico. Claro que no todo es tan perfecto tal como me lo he imaginado, solo hay un pequeño problema: Harlow Lovelace.

Por un motivo que yo desconozco la chica me odia, o al menos me trata como si fuera un desconocido, en cambio hago todo lo posible por agradarle o incluso llamar su atención, me gusta mucho el color de sus ojos café y como sus gestos dicen que no le agrado. Tiene un cabello blanco puro y hermoso, como si fuesen mechones perfectos cubiertos por la nieve y una piel de porcelana espectacular, es simplemente bella. Me gustaría que se fijara en mí y que sintiera lo que yo siento por ella.

Además de convivir en el mismo techo, este próximo año escolar estudiaremos juntos. Prácticamente estaremos juntos las 24 horas todos los días. Lo que para mí me resulta una idea de ensueño, parece que ella no está de acuerdo con ese plan porque siempre busca la manera de evitarme.

Lo primero que me atrajo de Harlow es la forma en cómo se viste, muy parecida a la de su tía Theresa, elegante y vanguardista, me encanta la manera en como incluye el sarcasmo en casi todas las oraciones que pronuncia y el modo de como expresa sus pensamientos y sentimientos sin ninguna clase de filtro. Eso me gusta de ella. Quiero conocerla más y que igualmente ella conozca todo de mí a fin de demostrarle que no soy tan malo como ella cree pero nunca se ha dado la oportunidad. Lo positivo es que me quedaré en su vivienda durante un año y sé que en cualquier momento me va a dirigir la palabra.

A través de la puerta del baño puedo escuchar el melifluo de su voz cantando junto a G-Eazy. Es tan hermoso el sonido que realizan sus cuerdas vocales que se me hace imposible apartar mi oído de la madera. Me gustaría decirle que su voz es música para mis oídos, que es maravillosa a pesar de que no logre modularla a veces, que cada vez que entona una canción todo mi cerebro se encuentra en una completa paz.

— Cross my heart, hope to die to you, i've never lied, for you i'd take a life, it's him and i, i swear... — la escuche rapear con su bonita voz.

Me estremezco y siento como algo suave se coloca contra mi pierna, miro hacia abajo y veo a la mascota de la familia Lovelace: un gato de pelaje negro, silencioso tal como una roca y con la ventana de su alma color limonada. Me inclino con el objetivo de intentar acariciar su pequeña cabeza y con solo un movimiento el gato sale corriendo hasta perderlo de vista.

De tal dueña, tal gato.

Me alejo de la puerta del sanitario y me dirijo hacia la cocina. Han pasado un par de días y todavía no puedo creer que viva aquí, esta casa es tan parecida a la de cualquier película hollywoodense: inconmensurable, ordenada y con preciosos adornos que parecen tan caros que ni con tres empleos podría pagarlos si llegara a romperlos. Según Megan esta casa lleva seis generaciones en su familia al igual como algunos cachivaches que están a su nombre.