Luzubius
El día que había tenido el joven híbrido de oso fue en pocas palabras.
Una jodida mierda.
Juan Carlos se había escondido y estuvo toda la mañana buscándolo. Algún cabrón reventó parte de las vías del tren el cual le está costando mucho trabajo construir así que si, muchas de sus horas de trabajo en hacer esas vías se fueron a tomar por culo. Sus hermanos oscuros dicen que ya no es tan malo como antes así que le dieron un ultimátum si no lo sacarían del grupo, por lo que parte de la tarde estuvo ideando un plan haciendo pedazos el molino del pueblo. La otra jodida parte del día Lely lo llevo detenido por sospechas de dicho atentado (lo cual era una estupidez porque según el fue cuidadoso) siendo arrestado y puesto en la carcel por un par de horas siendo liberado por faltas de pruebas, encontrándose a vegetta al salir de la estación y obligándolo a acompañarlo y pelear contra varios enderman estando cansado. El solo quería llegar a su casa, que le den mimos y dormir... Dormir hasta que su cuerpo reclamé por comida.
El lado positivo es que consiguieron rápido las enderpearl y como consiguió de más, logro venderlas a un muy buen precio a triple siete. Ahora estaba en los comercios de Karmaland, comprándole postres y el café que tanto le gusta a su castaño favorito.
Y como si la vida pensara que no había tenido suficiente lo vio. Su lindo y tierno novio conversando felizmente con el calvo tóxico. Simplemente quería que acabará el día. Y con las pocas fuerzas que tenía se acercó a ellos.
-¿Rabis?- fue lo único que alcanzó a decir el castaño antes de que su novio lo levantará sin mucho esfuerzo (agradeciendo la delgadez de su pequeño novio) llevándolo estilo princesa, mientras que colgaban las compras que había echo.
-supongo que nos vemos después mi niño- dijo el de mechón rubio, escuchando un gruñido del mitad oso la cual le causó gracia- quien lo diría calva, tóxica y celosa. Lo agregaré para después.- dicho eso los vio una última vez antes de disponerse a regresar a su hogar.
-¿sabes que eso fue grosero?- dijo el castaño mientras asomaba su cabeza y veía como su amigo se iba, al no tener respuestas del osito y ver su ceño pronunciado, solo dio un suspiro resignado y se acomodo para escuchar mejor su latir.
Pese a que la casa del ojiazul está relativamente cerca del pueblo las escaleras eran otra tortura que agregar al asqueroso dia, pero su orgullo y ganas de estar con el castaño eran más grandes por lo que las subió ágilmente y al notar que las torretas estaban desactivadas no paro hasta acercarse a paso decidido a la puerta. El escáner de la puerta no era problema, ya que al tener una relación formal de ya más de medio año una puerta era de su novio y otra suya.
Se dirigió a la habitación del castaño y suya (según el) y con las últimas fuerzas dejo al ojiazul con delicadeza, para segundos después desplomarse en la cama quedando boca a bajo a lado de su bonito novio.
-¿¡Rubius!?
El contrario al ver lo brusco que cayó se apresuró y preguntar preocupado si estaba bien. Al obtener un gruñido acallado por el colchón hizo que su preocupación se le bajara.
-Y... ¿Me dirás qué sucede?- más el silencio continuaba
-sabes que le debemos una disculpa a auron ¿cierto?- un sonido de molestia se escuchó
-Auron, Auron, Auron. Sí, después le pediré disculpas al cabrón por no dejar que se despida de su "niño"- eso sí que no lo esperaba el castaño
- oh shit Rabis ¿Estás celoso?- al no tener ninguna respuesta y solo ver cómo se escondía con las manos en su rostro decidió continuar - no debes estar enojado darling, la verdad es que le pedí un favor, auron sale mucho de Karmaland y quería regalarte algo así que le pedí que me comprará algo para tí y yo le pagaría de más por hacerme el favor- al decir esto el híbrido salió de su "escondite" y volteo a ver al castaño que le entregaba una bolsa que ni siquiera había notado que llevaba- perdón si no lo envolví como se debe, pero no me diste tiempo.- dijo avergonzado.
Rubius abrió saco de la bolsa una sudadera completamente negra con una sonrisa blanca (algo siniestra) de un gato. Simplemente perfecta.
-perdon...
-¿no te gustó? Le puedo decir a auron que me traiga otra cosa no te preocupes, mañana mismo hablaré con el y...- fue acallado por un beso del contrario
-No. De verdad me encantó la sudadera. Pero me disculpo por ser un gilipollas, tuve un día de los cojones y confío en ti enserio lo hago, pero aún así me puse celoso, arruine mi sorpresa y te hice pasar un mal momento. Soy un imbécil. No se ni porque estás conmigo- Y otro beso se hizo presente
-tonto oso. Todos tenemos días malos, incluso yo. ahora vamos te haré de cenar, compre ayer tu helado de chocomenta y agregaron nuevas películas escoge una mientras.
Después de una rica comida y de una gran porción de su helado favorito se pusieron a ver películas mientras estaba recostado en las piernas de su novio, sin notarlo su colita se agitó a más no poder, no sabía si era por las caricias que su novio le daba o por la sencilla razón de que no importaba lo que pasará su lindo lusu iba a estar ahí para hacerlo feliz.
