Daydreaming [Miniyoung] || 𝗖𝗥𝗔𝗩𝗜𝗧𝗬

Daydreaming

Cuando Kim Taeyoung sale del aula, Kang Minhee está apoyado contra la pared, de pie casualmente con su chaqueta sobre su hombro.

—¿Hyung?— pregunta, sorprendido por la repentina llegada de Minhee—. ¿Qué estás haciendo aquí? ¿No deberías estar en el trabajo?

—Renuncié— responde el mayor con indiferencia.

—¿Qué?

—No es para mí— explica, completamente indiferente al hecho de que ahora estaba desempleado—. Me di cuenta de que no quiero perder mis días encerrado en un cubículo que es demasiado pequeño, escribiendo informes de mierda para una empresa que no me importa, y encadenado a una carrera que no disfruto durante décadas.

—Entonces, ¿qué vas a hacer ahora?— Pregunta Taeyoung, todavía preocupado por la repentina decisión de Minhee.

—Yo quiero ver el mundo. Quiero explorar Por eso me voy a San Francisco esta noche.

Taeyoung siente que su corazón se hunde hasta el suelo ante el inesperado anuncio de Minhee—. ¿Esta noche?— pregunta con tristeza—. ¿Te vas tan pronto?

—Relájate, por eso pasé por aquí— se ríe Minhee, divertida por la reacción de disgusto del menor. Se quita el abrigo del hombro y hurga en el bolsillo delantero hasta que encuentra una hoja de papel doblada. Se lo pasa a Taeyoung, quien lo abre con cuidado, revelando un itinerario—. Te conseguí un boleto por si acaso.

Taeyoung mira fijamente el itinerario, demasiado confundido y abrumado para procesar la explosión de información. Deja el periódico y mira hacia arriba para mirar a Minhee, quien espera pacientemente su respuesta.

—¡No puedes esperar que deje la universidad y me escape!— el argumenta.

—No espero nada— responde Minhee con apatía—. Estaré bien sin importar si te quedas o te vas.

—¿Estás seguro de que estarás bien sin mí?

—Financieramente, puedo administrarme por mi cuenta; Tengo suficiente dinero ahorrado, sin mencionar mi reciente herencia— dice el mayor para tranquilizarlo—. Pero pensé que sería muy solitario, por eso te pido que vengas conmigo.

—No lo sé, hyung. Tendría que pensarlo.

—Bueno, no pierdas mucho tiempo pensando. El avión sale a las 9:30 esta noche.

—¿Volverías alguna vez a Corea?

—Probablemente nunca. No veo la necesidad de volver aquí cuando tengo el resto del mundo para explorar.

—Entonces, ¿probablemente nunca te volvería a ver?

—Joder, no seas tan deprimente— se ríe Minhee mientras despeina los mechones del menor—. De todos modos, si planeas venir, te encontraré en el aeropuerto, ¿de acuerdo?

Antes de irse, Minhee se inclina y planta un suave beso en los labios de Taeyoung.

—Con suerte, ese no será nuestro último beso— susurra Minhee con cariño—. Con suerte, tomarás la decisión correcta.

Más tarde ese día, Taeyoung está de regreso en su dormitorio, sentado en silencio en la mesa de la cocina. Sus ojos se mueven entre el itinerario y el reloj. Ahora son las 4:17 p.m. y si quiere huir con Minhee, tendrá que salir a las 5 para llegar al aeropuerto a tiempo.

Siendo realistas, huir a un país extranjero sería absolutamente una locura para Taeyoung, especialmente cuando considera que aún no se ha graduado de la universidad. Aparte de la escuela, el resto de su vida está aquí en Corea: sus amigos, su familia, todo su sustento. Ni siquiera estaba seguro de por qué Minhee quería que se enredara en su ingenuo sueño de huir.