Nuestros futuros cachorros. Pt. 2

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—Namjoon dijo que mi aroma se asemeja a las flores, ¿son flores feas? ¿puedes sentir mi aroma y decirme cómo es, Yoon? Siempre me ha dado curiosidad— Estaba tan distraído viendo a ese hermoso chico que al oir sus pregunta me ahogué con mi propia saliva y mordí mi lengua por accidente —¿Qué ocurre? ¿estás bien? Fue por lo que dije, acaso ¿las flores de mi aroma no te gustan?— mi corazón dolió al ver la clara tristeza reflejada en su mirada, y por un momento me odie por ello.

—No, no Jinnie, no es eso...— Sostuve sus manos con cuidado, sintiendo mi respirar acelerarse, y mi miedo subir por todo mi cuerpo, por la decisión de explicarle por qué no podia hacerlo —Estoy bien, lindo, solo, hay algo que no te he dicho aún...— ¿Cómo podía soltar la verdad? ¿había una forma más facil? Muchas veces lo confese sin problemas, pero ahora era Seokjin quién estaba en medio, podia perder todo lo que habíamos logrado por algo como ello, y no queria, realmente temia —No tengo olfato, no puedo percibir tu aroma, Jinnie, nunca pude hacerlo y nunca podre... Mi parte alfa no tiene la capacidad de sentir a tu omega, el aroma a flores... de mi amado omega, no podré sentirlo jamas.

Sus ojos estaban fijos en mí, y a pesar de que ambos estabamos sentados, en la linda manta que trajo para el picnic que había preparado, sentí que iba a desmayarme para recibir el golpe más fuerte de mi vida. El aire me faltaba, y lo último que vi antes de quebrarme por completo, fueron sus lágrimas humedeciendo sus manos al limpiarlas.

—¿Acabas de decir que soy tu omega?— su voz rota me obligó a mirarlo, y la pequeña ilusión que tenía sobre su aceptación, solo floreció —Oh alfa estúpido, si vas a confesar que piensas que soy tu omega, aunque sea mirame a los ojos— Sentí sus brazos rodear mi cuerpo con fuerza, provocando que cayera al suelo de espalda y que mis manos tocaran sutilmente su cintura, procurando transmitirle la felicidad que me estaba entregando —No me importa si no puedes sentir mi aroma, ¿por qué algo tan tonto, seria importante para mi,  Yoon? Estoy enamorado de ti, saber a que flores huelo es tan innecesario en comparación.

Me sentía como un total idiota, habia pensado tanto en ello, que omití por completo algo tan claro como lo era Seokjin, su personalidad exclamaba a gritos que me aceptaría con todo defecto, y el amor que me mostró desde que me conoció era un menaje obvio, que al parecer nunca note.

Seokjin me amaba y me aceptaba felizmente como su predestinado alfa.

Esa cita solo fue el comienzo de una nueva etapa en nuestras vidas, donde con orgullo admitía que mi novio era el bellísimo Kim Seokjin. Una relación hermosa, repleta de amor y felicidad; una felicidad que nada ni nadie podía acabar, a excepción del único defecto en mi amado omega, ese que nunca pude comprender con exactitud, su natural e infaltable instinto paternal; instinto que se vio reflejado en uno de sus mejores amigos, Jeon Jungkook.

Siempre creí que solo le veía como un cercano amigo, pero con el tiempo vi esa amistad como una hermandad, y finalmente como un relación totalmente paternal. Entendía el afán de Seokjin por cuidar de Jungkook, muchas veces llegué a entablar una profunda conversación con él, donde relataba los distantes que eran sus trabajadores padres, o lo independiente que siempre ha sido desde niño por su falta de atención, también entendía que, al ser algunos meses menor que Jin y un omega, su especial cuidado hacia él, era justificado.

Toda la situación solo me llevo a la misma conclusión que Seokjin, la cual era, proteger a Jungkook. El gran cariño que sentía por mi omega,  me volvió igual de sobreprotector, pero con ambos, transformándonos en poco tiempo, en una extraña familia, que era casi graciosa de ver. Dos omegas y un alfa sin olfato, era una tontería, que a pesar de saberla, no cuestione.

Jungkook me agradaba, realmente era un buen chico, y una importante pieza en la extraña familia que Seokjin formó con nosotros; pero, tiempo después, el agobiante sentimiento de nuestra falta de intimidad se volvió mayor. Nuestro hijo era incluido en todo, no había cita en la que no se encontrara, siempre con interrupciones involuntarias o invitaciones innecesarias por parte de Jin, que comenzaban a ser realmente molestas. Y sabia que no era el único que se sentia asi, muchas veces note las incomodas miradas de Jungkook, estaba claro que no quería estar en muchos lugares, pero que Seokjin siempre encontraba la forma de persuadirlo para tenernos juntos.

Dulce, dulce omega - YoonJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora