Capitulo tres.

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El día que fuimos al campo de girasoles y vi como te encantaron y volviste loca con ellos, yo te hice una promesa.

Que cada día de tu vida ibas a recibir un girasol de mi parte.

Pues bien yo no he olvidado esa promesa.

Ese girasol sigue llegando.

Así que despierta ya si no quieres que esta habitación se convierta en una floreria con tanto de ellos.

Te extraño cariño.

Todo Por TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora