Déjame amarte.

XXX

Kakashi no sabría que pasaría si le quitaban esos hermosos ojos azules de su vida. No podría vivir sin el calor de Naruto. Naruto era su todo.

El era tan brillante y cálido, que el sabía que no merecía.

Pero cuando el rubio le sonreía y le acariciaba suavemente su rostro para darle un pequeño y fugaz beso, esa idea se iba.

Naruto era su droga.
Una en la que no le importaría hogarse.
El podría ir a la tumba con el para nunca separase.

Estos pensamientos rondaban en la cabeza de hatake. Mientras miraba a la preciosidad de pareja que tenía.

El joven estaba acomodado de lado, con una pierna flexionada, dejando ver sus lindas piernas asomarse por la gran camisa que usaba de Kakashi.

El nombrado se sintió inoptizado por la vista.

Sin poder evitarlo, sus manos masajearon la suave piel, sintiéndose caliente en su palma, mientras subía y baja.

El Jinchuriki dio un gemido que era la locura del hatake.

Poco a poco las manos empezaron a subir hasta las firmes nalgas que luego fueron estrujadas por una grandes manos pálidas, que sin decoro, apretaban y masajeaba, sacando ahora gemidos del ahora no tan dormido rubio.

─umh. ¿Kakashi?─Murmuró mientras se paraba y se acerco hasta quedar encima del jounin, que ya jadeaban.

El no resistíria.

─Naruto, te necesito.

─Solo deberías pedirlo antes de estar al límite, te desesperas y me desesperas a mi.

─Pero bebé, no quiero que pienses que solo te quiero se esa forma.

"Lo sé. Yo no quiero obligarte, sé lo incómodo que te pones al pensar que me obligas.

(El mayor dice lo enfermo que se siente al quererlo solo para el y lo asquerosos que se siente al mancillarlo a el, que es un ángel,su ángel)

─Pero... A mí me gusta que me toques... ─el rubio empezo a repartir pequeños besos en su rostro, mientras que sus manos tomaban los contrarios atrayendolo a su pecho, que inconscientemente empezaron a acariciar los pezones ─¿No quieres tocarme?─su voz ronca hizo temblar al de cabello plateado─Yo a ti si...─susurro bajo mientras su rostro estaba enterrado en la curva de su cuello, poniéndolo aún mas ansioso al Jounin , sus caderas empezaron a mecerse haciendo una deliciosa fricción.

El del Sharinga gruño, tomo las caderas deteniendo al juguetón rubio, hubo una pausa y silencio, que se convirtió luego en jadeos cuando empezo a besar salvajemente al rubio, entre los besos su ropa había sido olvidada,sus dos miembros juntos mientras las grande manos pálidas iban bajando y subiendo con un agarre de hierro. Las pequeña gotas de presemen se estaba haciendo presente, haciendo un ruido viscoso que era acompañada por los jadeos necesitados de los dos ninjas de Konoha.

─N-necesitamos el lubricante... Ya ha pasado un tiempo ¡ah!─el rubio gimió cuando su amante mordió su cuello, sentía su cerebro derretirse, el chakra blanco embriagando sus sentidos y sintiéndolo en todo su cuerpo sensible, sus ojos temblaron al haber acabado, sintiendo su semen exparsirse en el miembro contrario y la palma del Jounin que seguía masturbándose.

El rubio se recosto, dejando al Hatake hacer su trabajo, tomo el lubricante,que estaba en la cajita junto a la cama, tomando un poco y abriendo las piernas, eso atrajo mucho la atención del ninja que copia, más no paro de subir y bajar, si no que cambio el ritmo a uno más pausado. Sin dejar de mirar al rubio con hambre.

Nervioso pero increiblemente cachondo, empezó a acariciar su agujero ante la penetrante mirada, cuando metió el primer dedo dio un respingo, cuando siguio con el segundo sus jadeos empezaron hacerce entrecortados cuando simuló embestidas al encontrar ese punto sensible que lo hacía ver estrellas. Mientras tanto el peliplateado tenía sujeto sus bolas con fuerza para no correrse aún. Al llegar al tercero, el Uzumaki se clavaba los dedos furiosamente, el cuarto olía a amizcle increíblemente caliente,solo se podía oír la respiración pesada y "plap plap plap" de la masturbaciones que estaba trayendo el límite a los dos.