17 Otra vez (Adaptación Stony)

Capítulo 1

[Pasado]

Un joven castaño se tocó el vientre mientras miraba a su pareja terminar los últimos detalles de su obra de arte; era un retrato suyo. Steve era tan cursi como para pintarlo en una ocasión tan importante.

Suspiro, reteniendo el constante temblor en su mano derecha. Estaba aterrado.

—¡Tony! —El pequeño rubio en cuanto lo vio, sonrió grande.

Ojalá Anthony pudiera corresponder de la misma manera.

Olvidando su trabajo, Rogers fue a su encuentro. Tony trató de sonreír.

—Mi amor... —El delgado hombre tomó sus manos en cuanto lo tuvo cerca—, ¿cómo te fue en tu presentación? ¿dejaste con la boca abierta a los socios de tu papá? —Steve sonreía animado.

—No... S-steve, no me presente. —Tony miro a su alrededor, evitando la confundida mirada de su pareja.

—¿Por qué? —El pequeño rubio tomó de las mejillas al castaño y lo hizo mirarlo fijamente— ¿Todo esta bien? Sé lo importante que era para ti esa presentación...

—Steve, por favor. —El joven de cabellos oscuros negó—. Eso ya no importa. —Al ver la mirada insistente del rubio, suspiró—. Te lo diré después, ¿si?

A lo lejos, escucharon como el rubio era llamado.

—Ve, es tu momento. —Ánimo Anthony, sonriendole apenas a su novio.

Steve dudo por varios segundos. No podía irse sin saber que pasaba.

—No, Tony, necesito que me digas que pasa.

—Te lo diré luego, no es momento...

—Tony. —De manera tajante, Rogers calló al castaño—. No me iré de aquí hasta que me digas que tienes.

En medio de todo el ruido, Steven escuchaba lo que su pareja le decía. Su rostro iba formando una mueca de sorpresa.

Segundos después, siendo empujado por el castaño, se dirigió a su lienzo, donde tenía todo preparado para hacer su presentación y cumplir su sueño de ser un gran artista.

Sin embargo, su mente procesaba la información que Tony le había dicho.

Escuchaba las voces sin escucharla y miraba sin ver. Sus ojos azules se centraron en un serio Tony, quien rebasado por el miedo, salió de ahí.

—Rogers. —Susurraron, pero él no hizo caso—. Señor Rogers, ¿qué está haciendo?

Su cuerpo siguió inmediatamente al castaño, dejando al maestro de artes con el hombre que lo llevaría a la fama. Nada importaba en ese momento; sólo Tony.

Por su parte, Anthony caminaba por mera inercia, tocandose el vientre, pensando en todo y nada. Tenía miedo, sentía rabia pero su cuerpo temblaba de la emoción. Todo era un revoltijo de emociones intensas y confusas.

Quería vomitar.

—¡Tony! —A lo lejos, escucho la voz de Steve, y después los golpes que hacía al correr—¡Tony!

—¿Steve? —Anthony miro con incredulidad al rubio— ¿Qué haces aquí?

Steve impidió que siguiera su paso, lo encerró en sus brazos y comenzó a reír con verdadera felicidad.

—No voy a dejarte. —Steve, que estaba de la misma altura que Tony, comenzó a besar su cara.

—¿Qué estás diciendo? —Tony, irritado, negó ante lo dicho—. Regresa rápido, no pierdas esta oportunidad.

—No, Tony, escúchame. —Steve lo miro sonriente, verdaderamente feliz—. Tendremos al bebé, nos casaremos y seremos muy felices.

—Pero...

Anthony fue besado antes de debatir de nuevo.

Sintió los delgados brazos del rubio rodearlo, y finalmente se rindió. Se aferro a Steve y dejó que este lo llenará de besos.

[Presente]

—Tony, despierta. —La voz de una dama lo sacó de sus bellos sueños; esos sueños donde su vida era completamente diferente.

El castaño gruño al sentir el sol en su cara.

Lo odiaba.

—Ya, ya... —Un hombre maduro, con un gran estilo de barba se levantó desalineado.

Bostezo y miro mal a su mejor amiga.

—Arriba. —Virginia Potts, o como él la llamaba, Pepper, lo dio una gran taza de café—. Es hora de trabajar.

Con un nuevo gruñido, Tony se levanto a regañadientes.