17 Otra vez (Adaptación Stony)

Capítulo 3

—¿Papá? —Harley, su hijo mayor, lo miro con incredulidad.

—Hey. —Tony sonrió incómodo.

—¿Qué haces aqui? —El chico lo miro mal humorado.

—Sólo... —Anthony busco al hombre que estaba hace unos momento con él, pero había desaparecido—, vine por ustedes, así que llama a tu hermano. Les invito un helado.

Harley iba contradecir la orden, pero Anthony le advirtió con la mirada. Si, así era su relación.

🔹🔹🔹

Peter, su hijo menor, y Harley se mostraban incómodos en el lugar. Era un heladería, correcto, pero todo el lugar estaba repleto de niños.

—¿En serio? —Harley rodó los ojos. Un gesto muy característico de Tony.

—Pa, esto es algo... Vergonzoso. —Peter, se mostraba intimidado por la situación. Quería desaparecer de ese lugar.

—Siempre les gustó venir aquí. —Argumentó el castaño comiendo de su helado.

—Cuando tenía 5 años. —Susurró Harley.

Tony trataba de entablar una conversación con sus hijos, pero ninguno prestaba atención a sus palabras.

—Peter, ¿qué tal tu proyecto para la feria de ciencias? —Tony se mostró emocionado.

—Bien, supongo. —Peter comía silenciosamente su helado.

—Si necesitas ayuda, cuentas conmigo, Pet.

—Si, papá, gracias.

—¿Y tú? —Tony se dirigió a Harley—. Creía que estabas en un proyecto de mecánica.

—Da igual. —Contestó Harley, poniéndose los audífonos e ignorando al castaño.

Tony sentía que estaba hablando con la pared.

🔹🔹🔹

En todo el camino a casa, los chicos se la pasaron en su mundo. Anthony ni siquiera hizo el esfuerzo de entablar otra conversación.

Al bajar del carro, miro la casa. No era chica, pero tampoco era enorme. Tony pensó que pudo comprar una mejor.

Escucho ruidos en el patio trasero, así que se dirigió ahí.

—¿Qué se supone que haces? —Al llegar, sus ojos enfocaron a un hombre alto, musculoso y de bonitos rasgos.

Su, casi, ex marido.

—Corto leña. —Contestó simple. Steve lo miro finalmente.

Tony se guardo un suspiro. Su esposo había cambiado bastante desde que se casaron.

Era muy diferente al pequeño rubio con quien tuvo su primer beso hasta su primera vez. Steve había entrado al ejército por influencia de Bucky, el mejor amigo del rubio. Al principio, ambos se negaron, pero al ver que su economía no era la mejor para criar a su bebé, Steve no tuvo más opción. Era una gran oportunidad después de todo.

Luego de algunos años, le tomó cierto gusto a su trabajo.

—Es mi jardín también, así que no puedes hacer eso. —Reclamó el castaño.

Steve soltó un suspiro, para después darle una mirada seria, incluso irritada.

—Yo ya te di el divorcio, ahora tú dame el jardín. —El rubio se quito los guantes y puso ambas manos en la cintura. Tony se perdió en sus musculos—. Ya me sacaste de tu vida, debería ser suficiente para ti.

Tony rio sarcástico.

—¿Ahora yo soy el malo?

—No estoy diciendo eso, Tony. —El más alto miro a su alrededor—. Sólo... No entiendo porque sí era una carga para ti, no me lo dijiste ese día.

—Por favor, Steve...

—Todo el tiempo te la pasabas reclamando que nuestra vida pudo ser muy diferente. —Steve apuntó hacia la izquierda—. ¿Ves esa barda? Intentaste arreglarla por una hora, después dejaste todo tirado y dijiste que de haber presentado tu proyecto estarías pagando por ello en vez de hacerlo. —Luego señaló a la derecha—. ¿Y la puerta? Te enojaste, me dejaste hacerlo solo y después comenzaste a decir que lo tuyo no era la carpintería, que lo tuyo pudo ser la mecánica, la tecnología, crear e inventar.

Anthony se mordió la lengua.

—Si te pusieras en mi lugar, me entenderías. —Dijo Tony.

—Lo hago. —Steve negó ante las palabras de Anthony—. Ese día no fuiste el único que dejó su sueño. —El rubio sonrió triste—. ¿Pero sabes cuál es la diferencia? Que yo no me arrepiento de nada. Tengo dos hijos maravillosos... Y te tenia a ti. Lo tenía todo, Tony.

Anthony bajo la mirada.