𝐋𝐀 𝐌𝐀𝐍𝐒𝐈𝐎́𝐍 𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊 𝐳𝐨𝐝𝐢𝐚𝐜

━━━ 𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟒

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— ¡Acuario! ¡Acuario! — gritaba capricornio a los gritos

— Tranquilo, ya la vamos a encontrar. — intentaba tranquilizarlo su novia pero nada parecía funcionar

— Mi prima está desaparecida, ¿y tu me pides que me calme?

El chico recorría el lugar con gran preocupación, miraba a todos lados tratando de encontrar a Acuario que hace poco había sido llevada por una fuerza extraña. La respiración del chico comenzó a agitarse y podía notar como poco a poco sus piernas se dormían, termino cayendo al suelo mientras tocaba su corazón con la mano.

— ¡Está teniendo un ataque de angustia! — Grita Virgo mientras se acerca a el — Tranquilízate Capri.

Los chicos lo intentaban calmar pero nada parecía funcionar, en un momento podía parecer como el chico empezaba a tranquilizarse pero termino siendo todo lo contrario. El chico abrió fuertemente su boca y una gran sombra negra ingresó a ella, su cuerpo comenzó a tener convulsiones que no parecían parar.

— ¡Pónganle algo en la boca para que no se trague el vomito! — grita Leo mientras le levanta la cabeza al chico y ponía su corona de ángel en la boca del chico

Luego de segundos por fin las convulsiones habían parado pero la misma sombra negra empezaba a salir del cuerpo del chico.

— ¡Corran! — grita Leo pero se detiene al ver que la morocha no se mueve — ¡Escorpio déjalo!

— ¡No lo pienso dejar detrás! Sin el no soy nadie. — llora la chica mientras abraza al chico que se hallaba en el suelo

Leo vio atrás como Libra ya casi ni se encontraba a la vista, miró dos veces a ambas puntas tratando de decir que hacer mientras observaba como la gran sombra negra empezaba a tomar forma. Al ver como unos grandes ojos se formaban y lo miraban atentamente decidió empezar a correr. Corría y corría sin fin hasta chocarse con dos personas que parecían no entender nada.

— ¿Y libra? — pregunta Tauro preocupada al no ver a su hermana

— Nose, pero deben escapar de aquí.

El chico tenía la respiración agitada y un gran miedo en sus ojos, miraba a todos lados como si alguien lo siguiera o viera. Cáncer intento ponerle una mano en su hombro pero el chico rápidamente se asustó.

— No me voy a ir de acá sin mi hermana. — dice tauro — no me importa que mierda hayas escuchado o visto.

— Okey, yo iré con tu hermana pero ustedes por favor escapen.

Leo volvió a salir corriendo mientras los demás lo miraban con gran miedo mientras se iba. Rápidamente empezaron a buscar salidas sin saber que no había ninguna posible.
Esto es lo que ahora estaban por descubrir Piscis y Aries quienes con todas sus fuerzas intentaban buscar una salida en el gran patio trasero de la casa. Allí se hallaban miles de árboles y unas grandes rejas que parecía imposible de trepar.

— Súbete a mis hombros. — le dice el chico mientras se agacha

La chica con cuidado comenzó a subir ambas piernas en los hombros del chico hasta por fin quedar parada. El chico con mucho cuidado empezó a acercarse mientras con sus manos sostenía los tobillos de la chica, la cual se encontraba sosteniendo la reja.

— ¿Desde cuando eres tan alto? — pregunta la chica mientras ve como ya se encontraba traspasando las rejas

— ¿A que te refieres?

El chico levantó su vista y un gran estado de shock lo invadió, la chica ya no se encontraba en sus hombros y más bien se encontraba flotando en los aires.

— A-Aries. — tartamudea el chico

— Tranquilo, ya estoy llegando. — dice la chica sin darse cuenta de lo que sucedía a su alrededor

— Yo no te estoy sosteniendo. — dice y la chica ríe

Está bajo su mirada para darse cuenta que lo que decía Piscis era cierto, una gran angustia y miedo la invadió mientras intentaba descubrir cómo bajar.
La gran fuerza que la sostenía la empezó a elevar más y más hasta quedarse arriba de las rejas. La misma fuerza que hace poco la sostenía la dejó caer, las puntas puntiagudas de las rejas atravesaron a Aries por completo, sus ojos reflejaban miedo y su blanco vestido de doctora ahora se hallaba rojo por culpa de la sangre que corría a su alrededor.
Piscis no sabía como reaccionar gotas de sudor caían por su frente, no lo pensó y rápidamente empezó a correr en busca de ayuda.

— ¡¡Ah!! — el grito de Virgo provocó que Piscis se asustara el doble — Oh por dios Piscis eres tú.

Virgo lo empezó a abrazar rápidamente mientras el chico casi ni se podía mover. Observaba a Géminis quien se encontraba atrás de la chica y este parecía igual de preocupado que el.

— Tenemos que salir de acá. — dice el chico para luego hacer una pausa — Aunque por tu cara puedo notar que lo sabes.

— A-Aries está muerta. — lloraba el chico y Virgo lo abraza más fuerte

— Hay algo malo aquí, debemos escapar. — dice Géminis separando a ambos

Los chicos comenzaron a caminar lentamente por cada lugar tratando de buscar algo que los ayudase a salir. Los tres se frenaron al ver el cuerpo de Capricornio tirado en el suelo junto a una Escorpio que parecía actuar raro.
Ninguno de ellos los conocía bien, ya que solamente les habían hablado pocas veces en el colegio, pero igualmente sabían que así no era como la chica se comportaba.
Virgo quien fue la primera en notarlo rompió el espejo que se encontraba colgado en el pasillo, agarro un pedazo de los vidrios que habían caído y rápidamente la apuntó con el.

— Atrás. — dice ella firmemente

Géminis quien se encontraba a su lado empezó a empujar a Virgo hacia atrás mientras intentaba acercarse a la chica. Escorpio tenía los ojos llenos de sangre y su piel más pálida, ella no se movía pero igualmente los observaba atentamente.

— ¿Que quieres de nosotros? — pregunta el chico con calma

Escorpio dirigió su mirada a el y de un segundo al otro se le lanzó pero no pudo llegar tan lejos ya que Virgo fue más rápida y termino enterrándole el pedazo de vidrio en medio de su pecho.

— La mataste. — susurra Piscis mientras traga rápidamente saliva

La misma sombra negra que antes había invadido a Capricornio ahora se encontraba saliendo de Escorpio, los tres chicos al ver eso empezaron a correr sin fin, pero ninguno llego a la rapidez de esa gran sombra la cual en cuanto los toco los durmió.