Jimin y Taehyung eran amigos desde hace ya dos años, son vecinos y van en universidad. Jimin estudia administración mientras que tae está integrado en la facultad de artes, por lo cuál son roomies, pero su relación es un tanto diferente
Ambos son de mundos diferentes, tanto gustos como personalidades, manías y fetiches, pero había algo de lo que jimin estaba completamente perdido y encantado, algo de ese mocoso lo traía loco...
Taehyung solía pintar cuando la noche era bastante cálida, por lo cuál jimin estaba fascinado de ver aquel torso desnudo que brillaba con la luz de la luna.
Jimin comía fruta mientras se deleitaba del perfecto abdomen que este cargaba. Se imaginaba lamiendo esos seis cuadritos que parecían barras de chocolate, succionando y dejando marcas por toda su piel, dejar ese perfecto torso brillando con su saliva y rasguñar la espalda de su roomie...joder, Kim Taehyung era jodidamente sexy.
Jimin estaba tan perdido en sus pensamientos que no se dió cuenta del par de ojos que lo miraban con gracia, taehyung sabía lo que provocaba, y vaya que lo disfrutaba
Cuando jimin salió de su imaginación, tae se había dado la vuelta para darle una mayor vista y el anterior mencionado solo pudo seguir pensando en lo rico que se sentiría tocar los cuadros
Se acercó para abrazarlo por la espalda y dejó su cabeza en el hombro del pintor, cerró los ojos y se dejó llevar. Cansado, dejó de abrazar para ir directo al sofá, se sentó y dejó escapar un suspiro el cuál tae escuchó perfectamente
-¿quieres tocar, minnie?-dijo tae con una sonrisa socarrona, el cuál dejó a jimin pasmado
-¿de qué hablas, taetae?-dijo este nervioso, miró hacia otro lado ocultando el sonrojo, lo cuál hizo reír al antes mencionado.
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¡Hey! esta es la primer historia que publicamos como team, espero que les guste.
Igual, cualquier cosita déjenlo en los comentarios que lo estaremos leyendo.
Recuerden que esta es una historia ficticia y que ninguno de estos eventos sucedieron en la vida real.
¡Gracias por leernos!
Maritten fuera.
