La habitación se encontraba calurosa, el sonido de los chasquidos de sus labios resonaba por el lugar y sus pieles empezaban a arder y ser empapadas con las finas capas de sudor contrarias, haciendo a los dos jóvenes desear que aquel momento tan excitante nunca terminara.
Las manos del mayor empezaban a desabrochar la camisa blanca escolar del castaño y sin pensarlo más de un segundo, las introdujo entre ésta para acariciar aquel cuerpo que tanto le encantaba y le hacía sentir las mejores sensaciones que cualquier otro.
Sensaciones que únicamente Jungkook sabía hacerle sentir.
Jimin sentía la necesidad de apartarle, de dejarlo con ganas de más como solía hacerlo con sus anteriores chicos, más simplemente era como si Jungkook fuera una adictiva droga la cual le pegaba a él como un imán el cual le llevaba a perderse en el castaño y sus armoniosas manos y labios las cuales le llevaba a una locura total.
Jungkook le llevaba a una completa locura, una locura la cual no había sentido antes.
Aun recordaba cuando había visto a Jungkook por primera vez paseando a su perro en aquel hermoso parque a unas cuadras de su casa, como reía y sonreía con felicidad y diversión, como es que aquellos hermosos hoyuelos se marcaban en sus mejillas y le hacían ver el hombre con la sonrisa más hermosa que nunca habían podido captar sus ojos.
Jimin también recordaba como sus pies inconsciente mente se había acercado a él y sus labios se habían movido sin querer llamándole y temblándole al ver como ahora su sonrisa dejaba de ser para su mascota y ahora era para él, como le había saludado y se había presentado con la amabilidad e inocencia, como había sido el primer chico que no le había observado de los pies a la cabeza, que no le había alagado, que no le había coqueteado, el primer chico que no le había deseado.
Y claramente eso le hizo a Jimin caer rendido a los pies de aquel apuesto castaño, le había carcomido por dentro la curiosidad y la necesidad de tenerlo dentro de su enorme lista de chicos necesitados de él, necesitaba hacerlo enloquecer y hacerlo caer en sus toxicas redes.
No sabía como pero ahí estaba, tres meses después de conocerle y provocarle indirectamente y siendo ignorado por Jungkook, de un momento a otro se encontraba en el salón vacío de artes del instituto de Jungkook mientras éste le demostraba que tanto había soportad sin besarle y tocarle, demostrándole cuanto le deseaba por medio de sus caricias.
Algo lo cual parecía ser injusto porque en verdad, quien le deseaba cada vez más, era Jimin.
El mayor únicamente recordaba haber salido de su universidad dos clases antes de terminar y que había caminado unas cuadras hasta llegar al instituto de Jungkook y buscarle con ahínco, sintiendo la gran necesidad de verle, como ya se le hacía costumbre; una costumbre que le daba mucho miedo. También recordaba haberle encontrado en el salón de artes completamente solo y componiendo una canción como todos los días antes de salir de su instituto, y el haberle arrebatado su libreta para luego cerrarla y empezar un tonto jueguillo donde el castaño traba de quitarle la libreta y Jimin aprovechaba a acercase con demasía a su rostro.
También recordaba que Jungkook le había besado, por primera vez luego de tres meses. Le había besado...
Su primer beso juntos.
Aunque claramente Jungkook quería hacerlo lento y especial, a Jimin solo le importaba subir el tono y tener más contacto físico con Jungkook, aquel chico que esos tres meses le tenía perdido, llenando su cabeza y haciéndole sentir la necesidad de verle a todo momento o probar aquellos gruesos y llamativos labios que siempre le hacían fantasear.
Jimin también sabía que estaba perdido, estaba perdidamente obsesionado con su nuevo juguete.
Jungkook frunció el ceño y tomó a Jimin por los hombros para separarle de su cuerpo y llevar su brazo a sus labios y mejillas, cubriendo su vergüenza y la condición de su respiración agitaba al igual que sus labios rojizos e hinchados debido al labial que Jimin usaba diariamente así quedando impregnado el intenso color sobre sus labios.
Jimin sonrió de manera burlona y apartó los brazos de Jungkook de su rostro con cuidado—No seas tímido kookie. —Jungkook negó y se apartó de Jimin el cual anterior se encontraba entre la pared y él, y se volteó para empezar a abrochar su camisa.
—No soy tímido hyung, solo no deberíamos hacer esto. —Al momento de voltear notó tomo Jimin ya se encontraba acomodando las arrugas de su ropa como si nada interesante hubiera pasado y sacaba sus característicos labiales—Hyung, somos amigos, los amigos no se besan.
—¿Qué labial te gusta más, el rojo o el rosa? —ignoró el cometario anterior y le extendió el par de labiales, más se calló al instante al ver la mirada intensa de Jungkook sobre él—Entonces creo que será el rojo de nuevo. —se respondió a si mismo con una leve sonrisa y guardando el otro.
—Hyung...
—kookie puede que los amigos no se besen, pero eso no quiere decir que nosotros no podemos ser la excepción, ¿No crees? —Jungkook sintió como su respiración se volvía pesada y sus piernas le fallaban al querer alejarse de Jimin al verle acercarse a él con persuadismo—No te resistas Jungkook, porque sé que no quieres hacerlo.
Entonces soltó lo primero que le había llegado a la cabeza perdiendo conciencia alguna—No pienso resistirme hyung. —murmuró frunciendo el ceño y tomando a Jimin de la cintura y juntando sus labios con desesperación.
Entonces Jimin supo que había ganado una vez más.
Nos leemos pronto.
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💔𝓡𝓸𝓶𝓹𝓮𝓬𝓸𝓻𝓪𝔃𝓸𝓷𝓮𝓼💔~ 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧 [𝐀𝐝𝐚𝐩]
FanfictionJungkook gustaba de aquel hermoso chico de labios rosas. ✔Historia corta. ♡Todos los créditos a la autora original nattxn ✔Adaptación de la historia Rompecorazones-Namjin. ♡Portada hecha por jjpark19951997 -No adaptaciones, copias o traducciones...