Única parte

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A veces eso era lo único que necesitaba.

Recostarse en el suelo de su cuarto, sobre la mullida alfombra, con la ventana abierta para poder sentir la brisa que de afuera provenía. Para deshacerse del día de mierda que había pasado. Para resetearse un poco.

Y solo le faltaba una cosa.

You are the only friend I need— Cantó Bakugo en una voz tenue y suave.

En ese momento, la puerta de su habitación se abrió y él, como reflejo, se levantó lo suficiente como para ver de quién se trataba. Era su vecino, Kirishima.

—¿Qué haces ahí? — Fue lo primero que preguntó.

—Nada—. Volvió a recostarse—. ¿Vienes, a hacer nada conmigo?

—Claro, suena divertido— Se encogió de hombros.

Kirishima se acostó de manera tal que, aunque sus cuerpos iban a lados opuestos en la habitación, sus cabezas quedaron una al lado de la otra. Eijiro se abrió de brazos, mientras Katsuki mantenía una posición más pegada a su cuerpo.

—Ya en serio, ¿qué pasa?

—No quiero hablar de eso.

—¿Mal día?

—De mierda.

—Hmm, ya veo.

Eijiro sacó su móvil de un bolsillo y sus auriculares del otro, los conectó y abrió una aplicación. Ya allí, buscó una canción y se puso el audífono correspondiente.

—¿Puedo? — Pidió permiso a Katsuki de colocarle a él el otro. Él solo asintió.

Una guitarra. Eso era lo primero de la canción, y Bakugo de inmediato la reconoció.

—¿Otra vez Big Time Rush?

—¿Qué tiene? Son geniales.

—Estamos en 2020, hace como diez años que no hacen música.

—¡Siguen siendo geniales!

Bakugo resopló. Si le hacía feliz, estaba bien. Entonces escuchó que Kirishima tarareaba, y con el ritmo de la canción, movía sus dedos como si de una batería invisible se tratase.

—Canta bien— Le ordenó.

Eijiro se giró para mirarlo a los ojos. ¿Era en serio? ¿O solo buscaba burlarse de él?

Pero no parecía estar burlándose.

But I won't let you fall. I'll see you through them all. And I just wanna let you know...

Bakugo solo le miró con una sonrisa tonta en el rostro. Menos mal que nadie lo miraba, porque seguro se habrían burlado de su expresión en aquel momento.

Kirishima no era el chico más afinado, pero oírlo hacer los cambios de voces entre cada uno de los cantantes de Big Time Rush, intercalando partes de la canción que cantaba uno con las que cantaba otro, le hacía feliz.

Poco a poco, sentía que todo eso que le preocupaba; todo lo que había amargado su día, desaparecía; y de pronto, solo eran Kirishima y él, recostados en la alfombra de su habitación oyendo a una Boy Band que llevaba con música genérica que llevaba diez años separada.

Pero eso hacía a Eijiro feliz. Y eso lo hacía a él feliz.

Miró el reloj en su celular y daba las 11:56 pm. Sabía por qué Kirishima había ido a su habitación, y por muy molesto que estuviera minutos antes, no iba a recaer con su mejor amigo. Kirishima había ido porque en un par de minutos sería dieciséis de octubre y su cumpleaños llegaría. Quería que Bakugo fuera el primero en felicitarlo.

Así que, mientras Invisible terminaba y Cover Girl comenzaba, y le oía cantar las letras pegajosas y cursis de la banda que Eijiro tanto adoraba, Katsuki solo lo observó.

Pasados los cuatro minutos que faltaban para que las doce de la madrugara dieran, Katsuki le quitó el audífono a su compañero y le dijo:

—Feliz cumpleaños, Kirishima.

Él le sonrió ampliamente, con aquella expresión que sabía que a Katsuki fascinaba y que amaba, para contestarle:

—¡Gracias, Bakugo!

ALGO CORTO QUE HICE COMO EN 20 MINUTOS POR EL CUMPLEAÑOS DE KIRI, APENAS Y TUVE TIEMPO. SIGUE SIENDO SU CUMPLEAÑOS EN MI PAÍS, ASÍ QUE VALE.

Alivio | KiriBaku/BakuShimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora