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Púrpura: una máscara gris

Te despiertas a las 7 am con el sonido de Callie irrumpiendo a través de la puerta de tu dormitorio, emboscándote con una gran colección de globos y confeti. Ella lo rocía sobre ti mientras gritas, sintiendo las escamas caer en tu cabello mientras intenta una interpretación horrible de Feliz cumpleaños, su voz se partió de risas mientras mira tu rostro incrédulo.

" -¡Feliz cumpleaños para ti! —Termina, juntando las manos con orgullo. Detrás de ella, ves a tus padres deslizarse en la habitación, ambos aplaudiendo en silencio. "¡Feliz décimo octavo, _____!"

Aceptas los regalos que ella pone en tus manos y, durante la siguiente media hora, pasas algún tiempo con tu familia. Miran mientras abres sus regalos y tú sientes el aire latiendo con amor mientras compartes ese tiempo juntos. De tus padres recibes una pulsera nueva, un bonito vestido verde menta y un par de entradas para ver a tu banda favorita. Callie te da una variedad de regalos, pero se reserva los principales hasta que tus padres están fuera de la habitación.

"Bien", susurra en voz baja, sentándose en el borde de tu cama. Ella mira hacia atrás, viendo como la puerta de tu habitación se cierra detrás de tus padres. "Tengo que ir a trabajar, pero tengo algunas cosas para ti". Ella sonríe. "Me lo puedes agradecer después."

Mirándola con sospecha, agarras con cuidado la cinta del primero y jadeas felizmente mientras sacas una camisa nueva; El estilo de Callie siempre es perfecto, así que es el tipo de estilo que te encanta.

A partir de ahí, cada regalo que te presenta te hace sonreír. Ella te da algunas piezas de joyería, unas gafas de sol elegantes, una bonita suculenta verde y una pizca de condones (a lo que frunces el ceño y luego le arrojas a la cara).

Estás en el presente final ahora, y cuando lo desenvuelves, te encuentras jadeando. Es una foto enmarcada de gran tamaño, y la reconoces como de la época en que saliste con Peter a tomar un helado. La foto es de los dos, posando alegremente frente a la cámara de su teléfono, sonriendo de oreja a oreja. Lo identifica como su tercera cita con el chico, y mientras mira con cariño la impresión, no puede evitar sonreír.

"Me encanta", exclamas, mirando a tu hermana con asombro. "¿Cómo lo conseguiste?"

Callie sonríe misteriosamente. "Podría haber contado con la ayuda de cierto tipo amante de los helados", explica, haciendo que tus ojos se agranden.

"Eso es tan lindo", respiras, trazando tus dedos sobre el contorno de la cara de Peter. Sientes que tu corazón se acelera. Él había prometido invitarte a almorzar, así que sabes que solo quedan unas pocas horas hasta que lo verás, pero aún sientes la necesidad de besarlo.

"Wow", murmura Callie, y miras hacia arriba para encontrarla mirándote intensamente. "Realmente te gusta, ¿no?"

Te muerdes el labio, encogiéndote un poco de hombros. "¿Recuerdas cómo fue cuando empezaste a conocer a Isabella?" Preguntas, refiriéndote al alma gemela de tu hermana.

Callie sonríe. "Por supuesto", responde ella, "Fue el momento más loco y surrealista de mi vida. Todos los días aprendía más sobre ella y pensaba en lo extraño que era que fuéramos tan buenos juntos y que el universo hubiera encontrado a alguien tan perfecto para mí ". Ella gana una mirada melancólica en sus ojos, y no puedes evitar sonreír por ella.

"Si. Eso es lo que es para mí en este momento ". Miras la foto y ves a tu yo pasado sonriendo de oreja a oreja. "Siento que el púrpura llegará pronto".

Callie jadea. "¿Púrpura?" Ella repite, la emoción arrastrándose en su voz. "¡______, eso es increíble!"

Siente que le arden las mejillas y se encoge ligeramente de hombros. "Sí", admites, de repente un poco tímido. "Cualquier día de éstos. Prácticamente puedo sentirlo burbujeando en mí ".