Estoy segura de que alguna vez entraste a un lugar en el que todas las personas se conocían y tú no conocías a nadie.
A mí me pasó cuando entre al instituto, solo que la diferencia era que allí estaba un amigo, aunque no quería entrometerme en su grupo de amigos. Recuerdo ver a la entrada a todos con sus amigos, incluido mi amigo, y yo allí, sola, sentía que ese día no iba a conseguir integrarme.
Ese mismo era el sentimiento de Julia.
Había entrado a trabajar en un colegio como la nueva profesora de inglés. Y aun sabiendo que su hermano estaría allí trabajando sentía soledad, como si nunca fuese a encajar con el resto de los profesores. Y el caso es que si que iba a ser difícil, Julia con 23 años era la profesora más joven del profesorado.-Vamos tarde- dijo Julia mientras se sentaba en el asiento de copiloto del coche de su hermano sonrojada por haber hecho todo con tanta prisa.
-No pasa nada- su hermano sonrió dándole un beso en la mejilla. -¿Estás contenta por empezar?- preguntó mientras arrancaba el coche y cogía rumbo al instituto.
-Miki, son las ocho de la mañana, hace muchísima calor, voy a estar presentándome delante de mucha gente y sobretodo voy a estar en un colegio de monjas rodeada de pijos con uniforme.- suspiró la chica replanteándose si realmente había sido buena idea mudarse a Barcelona.
-¿Enserio te vas a estresar el primer día?- rió su hermano aparcando en el gran parking del colegio. -Este año hay demasiada gente en segundo de bachillerato, lo han dividido en dos clases.- informó Miki saliendo del coche.
-Sí, lo sé. Ayer estuve hablando con la directora un rato.- comentó saliendo del coche también y cogiendo su bolso.
-Noemi es bastante maja, bueno, como todos los profesores en general.- dijo Miki tratando de tranquilizar a su hermana.
Los dos hermanos entraron al edificio un tanto nerviosos, para ser sinceros los dos estaban igual de nerviosos por empezar el nuevo curso escolar.
Para Carlos el nuevo curso no iba a ser diferente al anterior, tendría que soportar a los adolescentes de segundo de bachillerato con sus dramas como el año anterior, cosa que le daba rabia. A Carlos en cierto modo no le gustaban los niños, a Carlos lo que le gustaba era enseñar un idioma, y ese idioma era catalán.
Se vistió con unos vaqueros y una camiseta blanca básica, y bajó para empezar a conducir su coche mientras ponía el manos libres llamando a su amigo.
-¿Que coño quieres ahora?- dijo su amigo un tanto somnoliento, claramente recién despertado.
-Que buen humor que tienes a las mañanas- rió Carlos con ironía. -Te recuerdo que son las siete y media de la mañana- y de repente escuchó muchos movimientos en la otra línea.
-Joder Carlos, llego tarde luego te veo.- dijo su amigo levantándose y vistiéndose a toda costa.
-Adiós Miki- colgó mientras reía y llegaba al colegio. Hoy iba a ser otro día aburrido como otro cualquiera. O eso era lo que Carlos creía, pero quizá una morena con el pelo alborotado venía a desordenarle todos los planes.
Llegó y salió del coche con su mochila en la mano y entró en el edificio dirigiéndose a la sala de profesores, dónde le esperaban varios colocando las cosas en sus taquillas y baldas.
-Buenos días Carlitos.- saludó Claudia apoyándose en la mesa con un café, ella era la profesora de matemáticas, la típica profesora a la que nadie, pero absolutamente nadie caía bien.
-Claudia no me llames así y quítate de la mesa por favor.- pidió Carlos ya cansado de que esa chica estuviese todos los cursos tonteando con él.
-Tan aburrido como todos los años.- dijo ella mientras se levantaba de la mesa y se marchaba a una clase a regañadientes. A lo que Carlos aprovechó para sentarse en la mesa y dejar todas sus cosas sobre ella suspirando.
-Hombre, si está aquí el jefe de estudios- saludó el profesor de filosofía mientras reía y se sentaba en el frente de Carlos.
-No me lo recuerdes- masculló Carlos haciendo una mueca y mirando los papeles de su mesa. -Te tocó segundo de la eso, eso sí que es suerte- suspiró pasándose las manos por la cara.
-Oye hoy viene la hermana de Miki verdad?- preguntó Gonzalo dejando su libro de filosofía sobre la mesa.
-Se me había olvidado... Tendré que enseñarle el instituto.- dijo Carlos mientras miraba el reloj de su muñeca. -Y por cierto, llega tarde.- cogió sus cosas y salió de la sala de profesores camino a la salida para esperar allí a la nueva.
Carlos sabía que no la iba a soportar, iba a ser la típica chica pija que lo único que quería era ligar con él y luego ser una pesada para que la llamase, tal y como Claudia. Y por supuesto que lo iba a hacer, iba a tirarsela, lo mismo daba que fuese la hermana de su mejor amigo. Pero estaba claro que Miki no iba a dejar que una persona así estuviese con su hermana más allá de la amistad.
Se sentó en el escalón de la puerta de la entrada encendiéndose un cigarro y comenzando a fumarlo.
Ahora sí que tenía claro que hoy iba a ser un día aburrido. No sabía nada. No sabía que una morena de ojos marrones iba a venir a ponerle la vida patas arriba.♪♪♪
Acabo de empezar esta novela julright y no sé, espero que os guste ❤️
