Cap. 2

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Me desperté gracias al sonido de la alarma, hoy tenía que levantar temprano para ir a trabajar.

Después de levantarme me fui a duchar y tome algo sencillo de mi armario unos pantalones, una camiseta y tenis color negro aunque la mayoría de mi ropa es de ese color para no tardar tanto en buscar. Después de 10 minutos baje para preparar el desayuno aún era temprano faltaba media hora para que las demás se levantarán, así que decidí hacer algo especial.
Un rato después empecé a poner la mesa, escuché que alguien se acercaba no le Di importancia pensado que sería una de mis hermanas pero no lo eran.

Mamá:mmm huele muy bien.

Gire sobre mis talones y vi que mamá venía con Esme, la dirigió a la mesa mientras ella me ayudaba a servir los platos, después llegó Jany

Jany: buenos días a todas- saludo estirandose y crujieron unos cuantos de sus huesos
-buenos días- dijimos a unísono

Nos pusimos a desayunar era un gran silencio el que reinaba en la mesa y mamá decidió romperlo se empezaba a poner era un poco incómodo en lo personal.

Mamá: Ali ¿Qué harás esta tarde?-

Alison: voy a estudiar, el lunes tengo examen-
Mamá: está bien, si quieres puedes estudiar en el parque ahí es tranquilo si ve que te despejas un rato-
Alison: suena muy buena idea gracias- le dije con una sonría y ella me la devolvió. Después de media hora fui a hacía el trabajo, hoy llegue más temprano que de costumbre así que tuve que abrirla pues mi compañera todavía no llegaba.

Después de un rato se escucho la típica campana que se escuchaba cuando un cliente llegaba, era un chico se veía algo intranquilo quise decir mirándolo pero me volteó a ver quizá sintió mi mirada y lo incomode, llegó al mostrador creí que compraría un libro de ciencia ficción por su mochila pero no fue así al contrario era una historia de romance fue algo un tanto tierno que lo comprara, el chico me miró por cinco minutos cuando le entregue el libro y empezó a llorar, no soy el tipo de personas que piense que un hombre no deba llorar pero no sabía que hacer en este momento, el notó mi nerviosismo y sólo dijo en un susurro

-gracias- y eso fue todo, que quedé un poco pensativa sobre quien será ese chico y la razón por la que el lloraba eso era algo que me sorprendió.

Yo sólo vivo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora