Hace tiempo en un reino llamado, Urbem Swan (La ciudad del cisne), donde los reyes del palacio deseaban un heredero al trono, vivían esperando al nuevo futuro rey. Tras muchos intentos fallidos los reyes decidieron que era mejor esperar un tiempo para que las cosas pudiesen arreglarse.
Varios días después aparece un hombre que había venido de Nequitia una ciudad más allá de los horizontes de Urbem Swan. Entro al palacio con un ropaje oscuro; cabellos castaños y ojos de un miel cálido.
Los guardias lo escoltan con sus armaduras de plata reluciente hasta el trono del rey. Una ves abierta la puerta se pueden apreciar las alfombras blancas, rosas de un blanco algodón y paredes de color plata fuerte.
Uno de los guardias se inclina al frente y el rey los observa serio.
―Su majestad he aquí a un hombre que se dice ser capaz de cumplir vuestro sueño anhelado ―
El rey queda impresionado al saber la noticia. Sus ojos azules se centran en el hombre y ordena acercarlo a él. Mientras el hombre se acercaba observaba con detenimiento su corona de plata, sus joyas y hasta el ropaje que llevaba.
El hombre se inclino haciendo una reverencia al rey y lo vio directo a los ojos.
―Dime tu nombre extraño ― pide el rey con tono severo en su voz.
―Mi nombre es Nefas. vengo de la ciudad de Nequitia, al este por donde el sol se oculta. Y las aves del cielo buscan refugio a su martirio.
―¿A caso es verdad lo que comentan? ― pregunta el rey frunciendo el ceño.
―Si mi rey. He venido desde Nequitia para ayudarlo a Usted y su mujer, los rumores se extendieron hasta los países del fuego y los valles de los lobos azules. Todos comentan la gran desdicha de vuestra majestad ―
― ¿Y como puede usted hacer realidad nuestro sueño? ― pregunta el rey acercándose con pasos sigilosos.
―Bueno mi rey... Los antiguos curanderos de nequitia han descubierto una posima muy poderosa contra la esterilidad. Varias doncellas sufren de eso en nequitia. ― concluyo.
―Pero... ¿ Usted puede preparar el brebaje? ― inquiere el rey desesperado.
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El Lago del cisne/ Joetrick
RandomLa maldad del corazón humano es tan poderosa... tanto que hasta puede romper el más puro amor que existe entre dos personas
