El Lago del cisne/ Joetrick

Capítulo 3 - El Príncipe Lobo-

El rey se había quedado petrificado después de ver a su pequeño príncipe convertirse en un cisne. No lo podía entender, pero en ese momento recordó las palabras de aquella carta anónima:          

— "El cisne saldrá a la luz"

De pronto esa noche en el lago el cielo comenzó a nublarse, importante viento fuerte comenzó a soplar haciendo que los cisnes se alejaran del lago. Pero el príncipe Patrick no se había movido seguía en lago paseando como si nada estuviese  ocurriendo de pronto sus ojos se abrieron y miro a lo lejos al rey.

—Padre... — escucho el príncipe en su mente.

El rey lo observó extraño.

—¿Patrick eres tú? — dice mirando al cisne que se acerca lentamente hacia él.

El cisne asiente y levanta las alas.

—¿Padre que me está pasando? ¿ Qué he hecho para enfurecer al Dios del sol? ¿A caso he quebrantado alguna ley de los dioses padre? — volvió a escuchar el rey.

El rey niega con la cabeza y su corazón parece encojerce al ver a su hijo transformado en un cisne, ¿Es un castigo de los dioses por a ver abandonado al hermano gemelo de Patrick? ¿O fue el brebaje de Nefas lo que había causado todo?

La tormenta había cesado y los cisnes habían regresado al lago, el rey seguía observando al príncipe en la orilla. Sus manos acariciaron lentamente a su hijo y de pronto una luz enceguecedora se presenta y el joven de ojos azules vuelve a su forma normal, desnudo y con el símbolo del cisne aún más grande de lo normal.

— ¿ Qué paso? — inquiere Patrick observándose las manos.

—No lo sé — murmura el rey sacándose la capa de color plata que llevaba puesta. Arropo a su pequeño príncipe como lo hacía tiempo atrás.

— ¿ Porqué padre?

El rey guardó silencio y observó a Patrick tan tiernamente y recordó la vez que el príncipe a sus cinco había dormido con él por que tuvo una pesadilla de un joven convirtiéndose en lobo y lo perseguía por el bosque durante la noche.

El príncipe había contado al pequeño príncipe una historia, que empezaba de la siguiente manera:

En el valle del cisne uno de los recién nacidos había estado perdido de su madre y cuando salio del lago se encontró con un pequeño lobo.

—¿ Qué haces por aquí? — preguntaba el cachorro.

—busco a mi madre — respondió al instante el pequeño cisne levantando sus diminutas alas y se podían observar como sus plumas brillaban como diamantes.

El pequeño lobo se hecho al piso y comenzó a llorar.

— ¿ Tú perdiste también a tu madre?

El pequeño lobo levantó la cabeza y sus lágrimas brotaban lentamente y el cisne las limpio con sus plumas delicadas.

—No — dijo secamente. — Pero necesito que me hagas un favor — imploro el lobo acercándolo al agua, —Ya no busques a tu madre, ella a volado a un lago mucho más lejos que este. Y me pidió que te dijera que no llorarás... Que algún día volverían a estar juntos.

—¿Porqué? — pregunto el cisne adentrándose al agua.

El lobo solo se guardo el silencio y bajo la cabeza, pero antes que el pequeño se alejase volvió a tierra firme y con sus pequeñas alas abrazo el hocico del lobo.

—Gracias — murmuro el cisne y fue al agua mirando al cielo. Cuando volvió la vista hacia el cachorro este ya se había ido.

Mientras el pequeño cisne nadaba por un pequeño riachuelo que conducía a otro lago vio al pequeño lobo junto a su padre y a la madre del pequeño en su hocico. El pequeño cisne triste por lo que había visto comenzó a llorar y sus plumas lentamente se volvieron negras como la noche y desde ese día el pequeño cisne blanco fue negro para siempre.