> Fino y elegante <

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Era ya bastante tarde; 6 p.m. para tener exactitud. Acordé reunirme con aquel sujeto en media hora más, así podría decidir si finalmente compraría o al menos arrendaria aquel apartamento. Lucía lujoso, pero lo lujoso...es caro.

— ¡Maldita sea! ¡Voy tarde! - exclame al revisar nuevamente la hora. Estaba nerviosisima, con suerte tenía una idea de que iba a salir de mi boca al llegar.

Me apresure a tomar el tren, estaba cansada. Había sido un día duro. Después de todo, viajar de un lugar a otro y planear ver un apartamento al mismo día...es toda una experiencia. Bienvenida a Argentina, T/n.

Logre para mi suerte encontrar un asiento, y finalmente llegué a mi destino.

—Lamento la demora, fue todo un drama lleg-...- mis palabras fueron interrumpidas por la persona con la que tenía cita, seguido de una amable y honesta sonrisa.

—Cual fuera la situación, lo importante es que llegaste. ¿Subimos?

Su cabello castaño caía por sus hombros, y tenía una elegante barba.

— ¡Claro!- respondí, y subimos al ascensor.

El sujeto procedió a presionar los botones, y cuando pensamos que habíamos llegado al esperado piso 8...¡Paff! Maldición, encerrados en el ascensor. Esto debe ser una broma, una broma de muy mal gusto. Lo miré nerviosa.

— ¿Te encuentras bien? Este pequeño error debería...solucionarse pronto- clamó...también se le notaba cierto nerviosismo. ¿No debería estar acostumbrado a estas cosas?

— Estoy...¿bien? Solo fue algo inesperado. Supongo que debemos esperar- (Mierda. Los nervios me están ganando)

Fue entonces cuando lo peor ocurrió. El ascensor se "sacudió"...haciendo que este guapísimo señor cayera encima mío.

Compartimos miradas nerviosas, tal vez algo coquetas.

— Puedes...?- no terminé esa sentencia cuando el me besó.

El silencio reino poco tiempo.

— QUE SI PUEDES SALIRTE DE ENCIMA MÍO, NO ME REFERÍA A ESO- me miró algo asustado. ¿Qué está pasando?

— Lo- lo siento mucho, vale? Soy...soy dross(?)

— ¡¿Qué clase de nombre es ese?! ¿Dross? ¿Puedes salir de encima?

— ¡Lo siento mucho! ¡¿vale?! Ah-- procedió a salirse de encima mía, y para nuestra conveniencia, luego de unos pocos minutos, el ascensor recuperó el control. Piso 8.

Observé el lujoso lugar, y esta vez el silencio si reino por un tiempo...así como los perdones.

El apartamento tenía grandes ventanas, una vista hermosa. Incluía un mini bar, también una cama de dos plazas. Tres habitaciones, dos baños. Dios, es hermoso...pero muy, muy caro.

¿Será mi bolsillo capaz de pagar esto?

Mis pensamientos iban a mil por hora. Lo quiero. Realmente lo quiero. Pero no sé si seré capaz de comprarlo o arrendarlo...llevo todas mis maletas conmigo y no tengo donde quedarme. Que desastre.

—Puedo...- No dejé que terminara su frase.

—¿Puedes?

— Puedo ofrecerle cierto descuento si lo encuentra muy caro...- río nervioso.- De verdad siento lo ocurrido, fue una informalidad y una gran falta.

Vaya casualidad.

— Suena...¡Bien! Acepto.- tiré mis maletas en la habitación y me dejé caer en la cama.

— De hecho, y aprovechando lo del descuento...¿no le gustaría celebrar con una copa?- dije eso y nuestra mirada dijo la misma cosa, positivo.

*One shot* -- ° Dross y tú, noches sudorosas °Donde viven las historias. Descúbrelo ahora