capitulo I

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El cestita bajo de un autobus con un estilo bastante notable, se notaba que se sabia vestir, junto a el un rubio con cara de pocos amigos bastante tosco.

Al salir del autobús su amigo rubio se estiro como si de un gato se tratara, comenzando a refunfuñar:

-vez esto horacio, es una ciudad de mierda, perfecta para nosotros, ¿no hermano?-

Al mismo tiempo que dijo eso agarro al cresta de el hombro y comenzaron a caminar. Una cuantas cuadras después de bajar del autobús fueron hacia lo que parecía un mini mercado, al entrar en el Gustavo se dirigió hacia el cajero para sacar unos cuantos euros, los únicos que poseían estos dos hermanos.

-horacio- moviendo la mano frente a el , gustavo en señal que iba hacia el cajero dejando a el cresta en la fila para pagar unas gaseosas y un sándwich-

-¿Disculpe?- dijo un hombre de dos metros, con un acento ruso, pelo plateado y ojos azules tales como zafiros

El crestas sin dar señales de que sabia que ocurría seguia leyendo un pequeño libro.

El comisario bastante irritado pensando que lo estaban ignorando insistio por tercera y ultima vez antes de actuar.
-diculpe!- dijo con un tono fuerte e inponente

Como el cresta no respondía, el comisario agarro fuertemente al crestas del hombro haciendo que se sorprenda y le de un fuerte puñetazo en la nariz, haciendo que comience a ponerse morada y a sangrar.

-Ugh- se quejo el comisario viendo la cara de el cresta que actualmente creía que lo ignoraba.

Al escuchar el fuerte disturbio, Gustavo, que ya había sacado dinero se dirigió hacia su hermano que estaba con una mirada triste y extrañada, al otro lado un policía que aparentemente estaba golpeado mirando con una mirada asesina a su hermanito, Gustavo corrió hacia el y alejo al oficial con una mirada bastante seria.

Dándose vuelta inmediatamente a revisar a su hermano, haciendo unas extrañas señas con sus manos, a lo que el cresta mueve con la cabeza en señal de que todo esta bien.

-que cojones le pasa a ese subnormal de cresta- grito el ruso con mucho enojo e ira

Gustavo al darse cuenta de lo que posiblemente había pasado recobro la postura y se dirigió hacia el oficial.
-buenas, eh....disculpe lo ocurrido, el disturbio echo por mi hermano vera el no puede estar solo y no estaba para evitar que eso ocurriera entonces....-

Antes de que el rubio terminara de explicarle la razón por el golpe entraron dos oficiales y agarraron a ambos hermanos llevándolos a una patrulla.

Horacio miraba asustado hacia su hermano con unos ojos inocentes y avergonzados por el caos generado por su culpa.

Los autos arrancaron y llegaron a una comisaria donde los llevaron hacia un despacho donde se encontraron con un viejo bastante cascarrabias y malhumorado que los miro de reojo parándose bruscamente y gritando.
-que mierda os pasa a unos capullos como ustedes, se sienten con el puto derecho de golpear a un comisario y salir sin un rasguño, pues no, se creen la gran mierda por golpear a mi mejor policía y mi mano derecha, son unos anormales de mierda, joder.

Se agarraba el entrecejo masajeando mientras observaba a el crestas, acercándose bruscamente hacia el y mirándolo con desprecio, lo agarro de el swetter y lo levanto bruscamente gritándole

-eres tu el más anormal de la puta ciudad imbecil- grito con todas sus fuerzas pero el crestas no mostro ninguna reacción solo lo miraba con confusión
-asi que no te sorprende que te traten así hijo de puta, se nota que eres un puto anormal- grito otra vez sin obtener respuestas de este

Lo soltó sorprendido al ver sus reacciones, miro al rubio y le dijo con un tono más bajo pero igual de tosco
-¿le pasa algo a este anormal?, ¿es retrasado o que?-

Gustavo le dijo con un tono triste y melancólico
-vera super.....horacio es sordo, quedo sordo por un accidente hace unos años, por eso intente explicarle al ruso que fue un accidente, le enseñe que si alguien lo tomaba por sorpresa lo golpeara-

El viejo miro hacia el crestas y suspiro, mandando un grito sorpresa que asusto a Gustavo, para confirmar que lo de sordo no era mentira, el crestas ni siquiera giro a ver, no escucho

contando estrellas (Volkacio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora