Capitulo XVII: los comienzos de la pena

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                   Siempre juntos

-Horacio....que mierda es esto-
-pues....magdalenas-
-pero esto no es real food-
-no me jodas que por tus porros no nos alcanza para mas, y creo que tampoco tenemos para fin de mes así que tenemos que movernos-
-joder justo cuando me había acostumbrado a este clima de mierda macho-
-lo se, a mi también me gustaba- suspiraba horacio pesadamente
-ya calma puerco que encontraremos un lugar donde nos quedemos un tiempo más-
Horacio empacaba sus cosas en una mochila, mientras Gustavo estaba sentado en un sillón viejo fumando
-empaca tus cosas tenemos que irnos antes de que venga el casero-
-no sabes como odio huir....-
-yo también lo odio pero no podemos pagarle sin que nos lleven a la estación de policias-
-esta bien joder-
Ambos terminaron de empacar sus cosas y salieron por la ventana de el departamento, bajaron por las escaleras de atrás y se alejaron de ahí
-¿a donde vamos ahora?-
-se nos acaban los lugares h, la verdad ahora no lo se ¿cuando nos queda para viajar?-
-eh....como 30 euros- dijo preocupado Horacio
-joder si que estamos cagados, no nos alcanza ni para real food-
-nop, así que sera de aventón-
-a donde-
-no lo se solo quiero irme-
Una lluvia intensa comenzo a caer en ese lugar, horacio y Gustavo con sus mochilas en la estación de buses, mirando hacia lo que parecía un atardecer triste y desolado.
-¿nos vamos en serio?- pregunto un horacio triste
-tenemos que....pero te aseguro que estaremos mejor en otro lugar-
-queria pasar mi cumpleaños aqui-
-lo se pero no sera mejor pasar tus 19 años en una ciudad nueva?-
-eh...no lo se-
-vamos guarro, te aseguro que todo estará mejor-
-ok-
Subieron a un bus hacia quien sabe donde y se alejaron de allí.

Horacio a los 19 estaba en su etapa radical, vestía de negro, odiaba a todo y a todos, a todos menos a Gustavo, en ese momento Horacio llego a su casa con una cresta teñida de negro opaco, recibiendo regaños de Gustavo, Gustavo tenía 21 años era mayor que el, y tenía que ayudar a este pequeño revoltoso, Horacio tiene anorexia y no comía, estaba tan delgado como un palito que hasta por el tocar de el viento se rompería, horacio se volvió así cuando los niños de su escuela lo molestaban, lo llamaban de todas las maneras, le solía y odiaba eso, dejo de comer y le empezó a tener asco a la comida
-horacio come porfavor-
-sabes que me da asco estar tan gordo-
-no lo estas joder, come solo un poco-
-no qui- antes de que pudiera hablar Gustavo Gustavo interrumpio
-por mi, hazlo por mi porfavor-
-esta bien, solo dos cucharadas-
-perfecto-
Horacio comía por obligacion de Gustavo, llegaba con moretones y heridas por peleas, era problemático y muy sentimental, cuando horacio llegaba de las peleas, buscara a Gustavo y lo abrazaba mientras lloraba.
-emm...Gustavo-
-hmh?-
-creo que me gusta alguien-
-si??....quien es la afortunada?-
-pues....afortunado...p...perdon.....n...no...no soy normal-
Dijo con lagrimas en los ojos mirando hacia el piso, apretando sus mangas hasta que sus nudillos se notaron pálidos
-¿como? No te disculpes guarro, somos amigos digo hermanos por que te disculpa- decía preocupado
-p...por que pensé que te enojarias conmigo y me abandonarías como mis papas- este lloraba fuertemente y sin consuelo
-nunca haría eso idiota, t...tu eres lo más importante para mi, no soy asi de mierda, nunca me iré de tu lado tontito-
-gracias Gustavo, te quiero-
-yo igual puerco....ahora dime....como se llama-
-daniel-
-no lo traes a casa?-
-te digo que me gusta, no que estamos saliendo-

Epa como estamos, se vienen capitulos seguidos por que ando inspirada, se van a re sorprender de todo lo que pase de ahora en adelante, besos

contando estrellas (Volkacio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora