CAPÍTULO 2

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Lan Zhan fue dado de alta una semana después, le era complicado caminar, así que usaba un silla de ruedas, Wei Ying estaba feliz, por fin su Lan Zhan había despertado y su hijo crecería con sus 2 padres que tanto lo amaban.

El primer mes fue divertido para Wei Ying, ayudaba a Lan Zhan a caminar, se encargaba del bebé y solía molestar a su esposo con eso.

- Tengo 2 bebes, Lan Zhan y A-Yuan - dijo Wei Ying en la cocina meciendo al pequeño en brazos

- Mhm - asintió divertido Lan Zhan

- Hoy saldré, - dijo Wei Ying tranquilo - pequeño, iras con tu tía Yanli, ¿de acuerdo? - le dijo Wei Ying al pequeño

A-Yuan rio tiernamente y continuó chupando su dedo, Lan Zhan parecía molesto de que su esposo saliera solo, pero se recordaba a sí mismo que su hermano iría a ayudarlo a caminar, ya que ya podía caminar más, pero quería sorprender a Wei Ying.

- Prometo que solo serán unas horas Lan Zhan - dijo sonriente

- Está bien - dijo tranquilo

Wei Ying besó tiernamente a Lan Zhan, tomó la pañalera y al pequeño en sus brazos, caminó hacia la puerta de salida y la abrió para salir.

- Volveremos para la cena Lan Zhan, - tomó la manita del pequeño y la sacudió - dile adiós a papá A-Yuan - ambos adultos sonrieron y Wei Ying salió de la casa.

Wei Ying condujo unos minutos y llegó a la casa de su hermana, le entregó a su pequeño y se despidió como de costumbre, subió a su auto y condujo hasta la cafetería que tanto le gustaba.

...

- ¿puedes repetirme por qué no puede estar Wei Ying aquí? - preguntó alegre Xichen

- Por que quiero que se sorprenda - dijo algo molesto Lan Zhan, hacía un par de días, descubrió que ya tenía más fuerza en las pierna y podía darle la vuelta a la sala de estar, sin ayuda.

- De acuerdo hermano, me alegra ver que te estás recuperando rápido. - dijo sonriente.

- Gracias - dijo algo molesto

- Me alegra más que seas tú el primero en caminar y no el bebé - se burló Jiang Cheng, quien también estaba presente

- ¡Wanyin! - le regañó Xichen

- Lo siento, lo siento, pero creeme que es un milagro - continuó riendo

...

Wei Ying estaba tranquilo en el café, por el coma de su esposo se le había hecho un hábito ir a aquel lugar tranquilo, a pesar de que había una calle muy conocida, no había demasiado ruido, el café era delicioso, el servicio era increíble y él se sentía tranquilo en aquel lugar.

- Lan Zhan, agradezco tu amor a tal grado que me dejas mis días solo - dijo en voz alta y comenzó a llorar, era difícil ser un padre y esposo a tiempo completo, no se quejaba, claro que no, amaba a ese par de "bebés" que la vida le regalaba, adoraba ver las facetas de ambos, pero a veces también quería estar solo, por eso agradece que su esposo se lo permitiera.

Wei Ying iba por la segunda taza de café y el tercer pedazo de pastel de chocolate, adoraba la mezcla de un café amargo y un pastel de chocolate, relleno de chocolate y bañado en chocolate, veía por la ventana y se relajaba, a penas llevaba 1 hora en aquel lugar y sentía una paz indescriptible, quería estar ahí con Lan Zhan y A-Yuan cuanto antes y ver la cara de su esposo cuando le dijera que le gustaba el café amargo.

Salió del lugar, con una bolsa en la mano y un café en la otra, quería llevarle algo dulce a su esposo ya que Yanli lo había convencido de quedarse con el pequeño hasta el día siguiente, había estacionado su auto a 2 calles, porque quería bajar las calorías consumidas con su pastel.

"Quiero verlos caminar, las primeras palabras de A-Yuan, su primera novia o novio, sus primeros días en el kínder, todo, quería ver todo", pensaba Wei Ying de camino a su auto, iba tan distraído con sus pensamientos que no escuchó la bocina del camión que iba a alta velocidad por falta de frenos, o a la señora que le gritó del otro lado de la calle.

El camión lo empujó con fuerza, la cabeza de Wei Ying golpeó con fuerza el suelo y la sangre era visible, el café se escurrió por la calle y el pastel fue aplastado por otro auto.

- ¡AYUDA! - gritaba una señora

- ¡Llamen a una ambulancia! - gritó otra

- Lan... A-Yua... - Wei Ying soltaba algunas palabras

- ¡Señor, no se duerma! - gritaba la primer señora 

- Lan... Te... Amo... - soltó en un suspiro

...

La ambulancia llegó, pero era muy tarde para hacer algo, demasiado tarde.

...

*DESCONOCIDO*

- ¿Bueno? - respondió Jiang Cheng

- Disculpe ¿usted es familiar del señor Wei Wu Xian? - dijo una señorita

- ¿Es la policía? - preguntó Jiang Cheng entre molesto y divertido

- NO, no, hablo del hospital Wen... - dijo preocupada - le paso a la doctora Wen Qing - dijo con miedo.

- Jiang Cheng, ven rápido, trae a Lan Zhan, pero primero tranquilizalo por favor - dijo con una voz algo triste

- De inmediato - dijo para después colgar

...

Lan Zhan maldecía por todo lo alto, parecía ser que el destino se reía de él en su cara, ¿qué había hecho mal en su vida para que todas las personas importantes de su vida murieron de maneras tan feas, tan crueles.

Lo único que en estos momentos evitaba que se suicidara ahí mismo era su hijo, aquel niño cuyos ojos eran idénticos a los de Wei Ying, cuya boca era igual, cuya risa sonaba exactamente igual de dulce...

- Todos estaremos para ti Lan Zhan - dijo Jiang Cheng, quien evitaba a toda costa llorar

- Es cierto, aquí estaremos - dijo suavemente Yanli, intentando que su voz no sonara tan triste

- Hermano, por favor, llora - suplicaba Xichen, ya que solo él veía la enorme tristeza en los ojos de su hermano

- ¡LLORA! - gritó Wen Qing

...

Lan Zhan estaba parado frente al gran espejo de su recamara con Wei Ying, a pesar de que todos se ofrecieron a quedarse con él, o que él se fuera con ellos, se negó rotundamente, quería estar solo con su hijo, organizar las ideas en su cabeza, abrazar con fuerza aquel pequeño ángel.

Por un segundo pensó que su cabeza le estaba jugando una maldita broma, pero ahí en el reflejo oscuro del espejo estaban él, su pequeño y Wei Ying...

- No lo dejes solo, te necesita aquí, más que yo allá... - dijo entre sollozos Wei Ying

- Yo... te necesito también - suplicó Lan Zhan - quédate, por favor... - comenzó a llorar amargamente

- Lo sé, pero mientras me tengas en tu corazón - dijo colocando su mano derecha sobre el pecho de Lan Zhan - siempre volveré... - dijo en un susurro con una gran sonrisa

- Wei Ying...

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