🐰Cafetería De Conejos🐰 [WangXian] [Omegaverse]

🐰Capítulo 4: Dilema de amor🐰

Ya era tarde en la noche, pero aun así Wei Ying y Jiang Cheng seguían en la cafetería de los Lan. Se les había pasado el tiempo bebiendo café y comiendo postres mientras hacían su tarea, así que no se percataron realmente de la hora hasta que oscureció.

—Creo que es hora de que nos vayamos, A-Die y A-Niang se preocuparán. —Dijo Jiang Cheng.

—Si tienes razón. —Respondió el ojigris con tristeza.

A pesar de que había dejado trabajar en paz a Lan Zhan en todo ese tiempo, saber que el alfa estaba cerca lo hacía sentir como si estuviera a su lado así que regresar a casa es algo que lo ponía triste, aunque por supuesto se iba a asegurar de despedirse adecuadamente antes de irse.

—Espérame afuera, iré a despedirme de Lan Zhan. —Dijo con una sonrisa.

Jiang Cheng asintió desganado y tomó sus cosas antes de caminar hacia la puerta. Por su parte, Wei Ying caminó hacia la caja para ver a los hermanos. Lan XiChen estaba atendiendo a un cliente mientras Lan WangJi le daba de comer manzana a los dos conejitos que siempre lo seguían. Al ver esa tierna imagen, sonrió inconscientemente.

—¡Lan Zhan! —Llamó alegre.

El alfa alzó la mirada para prestarle atención, por lo que dejó de darle de comer a los conejitos haciendo que éstos comenzaran a mover desesperadamente sus orejitas, así que rápidamente volvió a acercar el trozo para que siguieran comiendo.

—¿Mmm?

—Oye Lan Zhan, ¿estos pequeños son más privilegiados que los demás, no es así? Siempre están contigo y no adentro del corral con los demás, también tienen esas distintivas cintas. —Dijo mientras jalaba las orejitas de los conejos haciendo que movieran su nariz con disgusto.

—Ying y Yang son míos. —Dijo serio.

Wei Wuxian soltó una risita, ya se imaginaba algo así pero igualmente quiso preguntar. Después bajó su mirada y les habló a los animalitos:

—¿Saben? Nunca pensé sentirme celoso de unos conejos. Que suerte tienen de estar en el regazo de Lan Zhan, ya me gustaría a mí estar en su lugar. —Dijo desvergonzadamente, incluso Lan XiChen quien estaba escuchando, aclaró su garganta audiblemente.

—Ridículo. —Murmuró el jade, sintiendo sus orejas ponerse calientes.

Los conejos dejaron de comer para mirar a la persona que estrujaba traviesamente sus orejas. El conejo blanco lo miró amenazadoramente mientras que el conejo negro pateó su mano.

—Aiya ¿viste eso Lan Zhan? ¡Me odian! —Dijo dramáticamente.

El alfa le lanzó una mirada que claramente decía "¿Y todavía te quejas?"

Wei Ying se carcajeó y dejó en paz a los conejos.

—Bueno bueno, no me mires así ¿bien? Solo vine a despedirme. —Se acercó al alfa hasta que sus rostros quedaron a sólo unos centímetros de distancia. —Mañana regreso, no me extrañes, aunque ten por seguro que yo si lo haré, tal vez incluso sueñe contigo.

Cuando terminó de hablar, mordió su labio inferior, el cual Lan Zhan no pudo evitar ver por un segundo aunque después giró la cabeza para no verlo. Wei Ying quiso saltar de la emoción cuando vio las orejas sonrojadas del alfa, sintiéndose orgulloso consigo mismo.

—Me iré, te veo mañana amor de mi vida.

Después de esa desvergonzada frase, besó rápidamente la mejilla del alfa y se fue corriendo mientras gritaba: —¡Adiós cuñado!

Lan XiChen se carcajeó fuerte al ver a su hermano con la cara roja por la vergüenza. Hasta el trozo de manzana se le había caído de las manos.

Lan WangJi no podía creer lo que sucedió, a pesar de que fue sumamente vergonzoso también se sintió bien y eso no podía negarlo.