PRÓLOGO

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Un viaje sin fin

Seokjin
30 de septiembre, año 22

El fuego empezó a arder por toda la zona de contenedores.
Miré alrededor, tapándome la nariz y la boca con las mangas. Tenía que encontrar a Namjoon, pero el humo no me permitía ver claramente. De pronto, personas con mascaras y gorras negras aparecieron entre el humo. Unas barras de metal atravesaron la humareda.

Alguien rodó por el suelo, cubriéndose la cabeza herida. El tambo de metal encendido rodó entre la gente. El olor de las construcciones de armazón de hierro y plástico quemándose; el calor que desprendía de las llamas; la gente gritando: me encontraba en el infierno.

Un niño corrió a través de esa escena.
Miré hacia donde el niño se dirigió. Era la dirección por donde se hallaba el contenedor de Namjoon. Me aventé hacia el humo y no podía parar de toser. Los ojos me dolían.
Aún así, seguí corriendo. Por un instante, pude ver la marca que estaba pegada sobre las gorras negras y me detuve. Era la misma marca que había visto durante la junta sobre la renovación. Recordé el rostro de cada persona que estaba presente en la junta. Mi padre era uno de ellos.
«Fecha tentativa para el inicio de la demolición». Aquellas palabras sonaban secas y formales en el documento. La mirada, la sonrisa y el tono de los participantes parecían dignos, pero ninguno de aquellos gestos sugería una situación colo esta. Este lugar, en donde estaba en progreso un plan para evacuar a los residentes, parecía el infierno.

Vi el contenedor en llamas a lo lejos. Habia gente frente a él. Estaban moviendo una lámina gruesa que se había caído frente a la puerta del contenedor. Alguien gritó:
—¡Hay alguien adentró! —Era el contenedor de Namjoon. Corrí, abriéndome paso entre la gente. La lámina cuya función era inidentificable estará obstruyendo la puerta del contenedor.
Toqué la lámina. Estaba tan caliente que sentí como si me quemará la piel.
—Uno, dos, tres —dijo alguien y empujé la lámina con toda mi fuerza siguiendo su cuenta.

La lámina se movió y la puerta del contenedor, que ya estaba media arrancada de su lugar, se abrió con un golpe. Un gas tóxico de desprendió violentamente. Detrás de aquella nube de gas, había alguien en el suelo. Rechacé las manos que trataban de detenerme y me lancé hacia el contenedor. Saqué a Namjoon de ahí.
—Parece que murió. Está muerto —dijo alguien.

—¡Kim Namjoon, despierta! —Sacudí el hombro de Namjoon. Puse la oreja sobre él para oír su respiro. Giré, dándole bofetadas. Namjoon nunca abrió los ojos. —¡Kim Namjoon! —Seguí gritando, golpeando el suelo con el puño. En ese momento, todo empezó a volverse borroso.
Las llamas, el calor, los gritos y los estallidos se redujeron poco a poco. Sentí el cuerpo pesado como un pedazo de plomo.

Escuché una ventana romperse a lo lejos.

花樣年華  THE NOTES 2 [ESPAÑOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora